El Museo de la ciudad de La Plata restituirá a la comunidad mapuche de Santa Cruz el esqueleto completo de Michel, un hombre que fue asesinado en el siglo XIX por robar un poncho, tras lo cual fue desenterrado y entregado al museo para ser exhibido en sus vitrinas.
Se trata de Michel, quien fue muerto en 1888 por un cazador del Museo platense de una expedición de fines del siglo XIX, acusado de robar un poncho en Corpen Aiken, sobre el Río Chico, Santa Cruz.
El Consejo Directivo de Facultad de Ciencias Naturales y Museo, de la Universidad Nacional de La Plata aprobó este lunes la restitución de Michel a la comunidad Millanahuel, ubicada en la provincia de Santa Cruz, que espera concretar su entierro según los rituales de su pueblo.
El antropólogo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Fernando Miguel Pepe, coordinador del Área de Restitución y Protección de Sitios Sagrados, expresó a Télam que «ya en 1888 en el momento de su asesinato por parte del cazador del museo platense, Antonio Pozzi, la comunidad a la que pertenecía Michel reclamó el cuerpo, que les fue devuelto y enterrado».
«Pero Pozzi cuenta que arteramente anotó las coordenadas del entierro y que 10 años después, en su viaje de 1898 regresó, desenterró el cuerpo y lo trajo al Museo para su exhibición. Una ignominia total, llena de cinismo y crueldad, ya que acusa a Michel de ladrón, de querer robar un poncho y que por eso lo matan, justificando así el genocidio indígena que estaban llevando a cabo en ese momento», reflexionó con dureza.
Regreso al territorio ancestral
Respecto a los tiempos de la entrega explicó que «estamos coordinando con el museo para comenzar a concretar las restituciones que la Facultad de Ciencias Naturales aprobó durante la pandemia: la de los tres wichí asesinados, los yaganes a Chile y esta restitución de Michel a Santa Cruz, pero esta última seguro será en 2022».
La comunidad Millanahuel reclamó a Michel a través del Programa Nacional de Identificación y Restitución que coordinaba Pepe hasta junio último, cuando ascendió a la flamante Área de Restitución y Protección de Sitios Sagrados.
«Desde el programa aprobamos la restitución y ahora desde el Área vamos a acompañar a la Comunidad Millanahuel y a todas las comunidades que acompañaron el pedido de restitución para concretar en armonía el entierro en su territorio ancestral», precisó.
Lucía Mancini, consejera directiva de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, explicó a esta agencia que al analizar el pedido de restitución en el directivo «es fundamental entender y poder poner en palabras la historia que nos trae hasta este proceso de restitución, una historia que fue sistemáticamente negada por nuestra propia institución durante 100 años».
«Hablamos de un genocidio, de violaciones a los derechos humanos, que fueron llevados adelante en nombre de la ciencia, las comunidades indígenas eran tratadas como objetos de estudio», sostuvo.
Consideró que «como parte de la institución tiene que haber un reconocimiento de los actos perpetrados y una necesaria revisión, aún en la actualidad, de cómo producimos conocimiento, un conocimiento que esté ligado a las demandas, al territorio y comprometido con estos debates y reclamos comunitarios».