“Nadie puede discutir que Artur Mas será presidente”, aseguró el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, al valorar los resultados en conferencia de prensa en el hotel Majestic de Barcelona, el búnker de los nacionalistas.
Antes, desde el la sede del PSC el vocero y vicepresidente de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, reconoció la derrota y afirmó que los resultados “han sido muy inferiores a las expectativas” fijada por el partido.
Cuando tan solo se conocían datos de pie de urna, Icenta salió a dar la cara por los socialistas y fue agredido por un hombre que le lanzó un huevo que impactó en su frente.
Los socialistas atribuyeron la debacle a la crisis económica ha provocado un “giro a la derecha en toda Europa”.
También reconocieron errores propios así como la influencia de la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatuto de autonomía de Cataluña, que supone un recorte desde Madrid al autogobierno aprobado por los catalanes.
De acuerdo con los resultados, el conservador Partido Popular (PP) se convierte en la tercera fuerza política con el 12,43 por ciento de los votos y 19 diputados, desplazando a los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que pasa de 21 a 10 escaños, con un 6,86 por ciento de los sufragios.
Los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV-EUiA) logran el 7,49 por ciento y 10 diputados, mientras Ciutadans, consiguen el 3,45 por ciento y 3 escaños.
En tanto, el partido del ex presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, obtiene un 3,17 por ciento de los votos, y un escaño, aunque no sería para él.
Los datos daban también diputados a la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC), pero avanzado el recuento quedan fuera del Parlamento catalán.