“Siempre te voy a seguir, donde vayas a jugar, dejando mi corazón, alentando hasta el final. Y si tengo que morir, sólo te pido un favor, te pido que sea así, con la banda del Negro, oh, oh, oh, oh, oh, Negro te queremos ver campeón….”, las manos se abren y cierran para golpear las palmas al unísono en perfecta coreografía para ilustrar el himno de la banda del Negro, esa que es una con el equipo, que se conmueve con lo que brindan los de Corte en el rectángulo pero que también moviliza con su aliento. Esa banda que tiene cosas para criticar, pero que empuja a propios y contagia a extraños.
Huevo Zorrilla se queda con la bola tras el desesperado intento de Mauro Gómez, recibe la falta y alza la mano, muestra la pelota y lejos está de ser una cargada. Es el trofeo final del guerrero para mostrar que el clásico es historia, que la serie de cuartos de final que hipnotizó a la Sexta ya tiene ganador y que Temperley está en las semifinales de la Superliga. El interno hace un año estaba en el exilio y volvió a casa como tantos otros para intentar otra vez lograr lo que es deuda. Y en este regreso con Corte a la cabeza llegó la comunión de todos, para, esquivando trompada tras trompada del destino, desafiar los preconceptos y, con el plus del Federal en el bolsillo y el campañón de Copa Santa Fe, meterse en semifinales de la Superliga.
Se sacó de encima en el tercer partido y a domicilio a un enorme rival, con jerarquía en entrenador y jugadores, también golpeado por bajas relevantes, pero que jugó una serie al límite de sus posibilidades y se ganó el aplauso de los suyos y el respeto del resto.
Y Temperley lo ganó tras remontar una diferencia que llegó a trepar a 16 tras el impresionante inicio del local con Gómez encendido y notable 7 de 9 en tiros de tres puntos.
Pero el Negro tuvo el mérito de no irse del juego incluso en un momento de zozobra, nunca dejó de creer y no se enredó en culpas ni responsabilidades externas. Halló primero a Capra, después a Ottolini, encontró gol arriba y la zona le dio minutos de aire atrás. Con un 13 a 0 los visitantes reiniciaron el GPS del partido, pero ya con una carga emotiva favorable.
Desde la mismísima reposición del tercer cuarto el clásico mantuvo el carácter de partidazo, con altas y bajas de efectividad, y con dos equipos dejando la vida con su gente apoyando. Y claro, con pinceladas bien rosarinas de una cancha explotada con gente hasta en el techo de la parrilla o los aros empeñados en moverse ante cada cita con un tiro libre.
En ese mano a mano, Beltramino mostró una vez más que es gran revelación de la campaña, Capra incidió y Amigo quebró el partido con dos intervenciones repletas de talento, picardía y corazón. El Pelado es otro que volvió a su casa para intentarlo otra vez.
Y en eso andan, aunque ahora venga el candidato Provincial….
SÍNTESIS
EL TALA 82: Mauro Gómez 27, Tomás Vottero 7, Fernando Scalella 11, Santiago Cabrejas 13, Gerónimo Verdaro 21 (fi), Manuel Herrera 0, Pedro Paz 3, Tomás Herrera 0. DT: Juan Pablo Lupo.
TEMPERLEY 90: Álvaro Roig 12, Augusto Capra 19, Andrés Ottolini 18, Lucio Beltramino 18, Gonzalo Zorrilla 7 (fi), Luca Amigo 10, Francisco López 3, Augusto Moresco 3. DT: Hernán Corte
ESTADIO: El Tala
ÁRBITROS: García, Cascardo y Helder
PARCIALES: 32/22, 49/50 y 68/69.
SE ARMARON LAS SEMIFINALES
Con la victoria de Temperley se armó el cuarteto para la definición, y según lo explicado en el reglamento de la Rosarina los cruces al mejor de tres tendrán a Provincial ante el Negro y Sportsmen ante Caova, en dos series apasionantes.