La decisión del COI de cambiar el juramento se verá reflejada en la ceremonia inaugural de Tokio donde dos deportistas, dos entrenadores y dos jueces (hombre y mujer en todos los casos) prometerán, mientras sostienen la bandera olímpica y en representación de sus compañeros, «respetar y acatar las normas, con un espíritu de juego limpio, inclusión e igualdad».
«Juntos somos solidarios y nos comprometemos a un deporte sin dopaje, sin trampas, sin ninguna forma de discriminación. Lo hacemos por el honor de nuestros equipos, por respeto a los principios fundamentales del Olimpismo y para hacer del mundo un lugar mejor a través del deporte», añade el nuevo texto del juramento publicado por el periódico español Mundo Deportivo.
Hasta los Juegos de Pyeongchang 2018 el protocolo señalaba: «Nos comprometemos a participar en estos Juegos Olímpicos respetando y acatando las normas y con espíritu de juego limpio. Todos estamos comprometidos con un deporte sin dopaje ni trampas. Lo hacemos por la gloria del deporte, por el honor de nuestros equipos y por respeto a los principios fundamentales del Olimpismo».
Las demandas de los colectivos de deportistas a favor de la diversidad llevaron también al COI a autorizar por primera vez los gestos solidarios o de tinte reivindicativo en los estadios olímpicos, siempre antes de la competición y si no perturban la participación de otros atletas.