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El nuevo periodismo y la importancia del valor agregado

El periodismo deportivo hace rato ya dejó de ser tal. Hoy es periodismo, con todas las letras. Es que solamente tiene como particular el hecho de conocer más acerca de una disciplina deportiva, cualquiera sea, pero nada más que eso. El resto de los recursos o herramientas lo comparte todo con aquellos que no se dedican a la faz deportiva. Pero el periodismo ya no es una profesión encasillada en una meseta. La forma de hacer periodismo cambia de manera constante. Es por esto que los periodistas que trabajamos en El Hincha, el suplemento deportivo del diario El Ciudadano, estamos bajo una linda presión todos los días. Para seguir lo que pasa en un club o en una determinada disciplina ya no basta con conocer las reglas del deporte o saber quiénes son sus protagonistas. Hoy la cosa va mucho más allá. Es que todo se modifica rápidamente y varios de esos cambios fueron y van en contra de lo que se hizo una tradición por el solo hecho de, muchas veces, hacer periodismo de una misma manera.

Abiertos a los cambios

El desafío que implica la constante preparación para no quedarse en lo que uno aprendió cuando estudió o en los años que se lleva en la profesión es en lo que debe ponerse la mira todos los días. Se trata de conocer básicamente los principios de otras áreas, como por ejemplo la legal o la deportología, es obligación para desarrollar esta profesión en los días que corren. Claro que todo esto también tiene un objetivo, que va más allá de las nuevas formas de comunicar, que ya existen y se van reformulando cada vez en menos tiempo, que es el de conseguir que cada información o comentario tenga un valor agregado.

Hoy la noticia tiene varias formas de llegar y se presenta casi como un acto espontáneo, permanente y vertiginoso. Es por eso que los consumidores de los medios pretenden algo más. Y ese algo más es el plus que cada periodista puede otorgarle a un tema en particular. Es por esto que estar abierto a los cambios es hoy quizás el mayor desafío que tenemos los periodistas. Más allá de que aquel que no lo haga no dejará de hacer periodismo; sí quedará en segundo plano porque estará imposibilitado de ofertar algo nuevo y seductor ante la altísima demanda que hoy tiene la sociedad.

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