El ambicioso proyecto para revitalizar y poner en valor el Rosedal, patrimonio cultural y simbólico del parque Independencia, concluyó este domingo una importante etapa. Finalizó la plantación de más de 7.500 ejemplares de rosas de 37 variedades distintas en este espacio icónico de la ciudad, tan cercano para todos los rosarinos. Distintos vecinos se acercaron y formaron parte de un taller sobre el cuidado de las mismas, y la jornada finalizó con una plantación participativa de los cien últimos rosales.
El sábado, autoridades municipales encabezadas por la intendenta Mónica Fein y la secretaria de Ambiente y Espacio Público, Marina Borgatello, dieron fin al proceso de plantación llevado a cabo desde mediados de julio por personal de Parques y Paseos, en el sector comprendido por las calles Ovidio Lagos, Av. Francisco Solano López y Av. Dante Alighieri, y que finiquitó en esta calurosa jornada junto a más de cien rosarinos que se acercaron a formar parte de este nuevo Rosedal.
“Esta etapa que cerramos y que veremos florecer en los próximos meses transformará el paisaje de uno de los espacios verdes más significativos de la ciudad, marcando un antes y un después en este lugar emblemático para los rosarinos”, manifestó Borgatello. Y continuó: “Este proyecto permite que el Rosedal vuelva a tener su magia tan propia y cercana, tanto para aquellos que viven en la ciudad como para quienes la visitan”.
En ese sentido, Mario, el encargado de cuidar y mantener el Rosedal desde hace más de diez años, vio esta nueva puesta en valor como “un sueño”, y así lo hizo saber. “En 1987 ingresé a la escuela de jardinería, y esto es un sueño que tengo de chiquito. En un momento, hace dos años, se empezó a decir que iba a haber un nuevo Rosedal, y uno no sabía. Y el sueño se cumplió. Me crié en todo esto, rodeado de plantas y árboles, y más aún de rosas. Y ver esto es un sueño cumplido para todos los que trabajamos acá”, dijo emocionado, ante el aplauso de los asistentes.
El sector, que terminó de construirse en 1915, fue acondicionado para el proceso y hasta ahora se reubicaron 260 rosales históricos, se trasplantaron arbustos para liberar zonas de plantación, se niveló el terreno, se abrieron canteros e implantaron panes de césped, entre otras tareas. Para todo esto se necesitó un proceso de planificación intensa, reconstruyéndose su historia y fisionomía original mediante fotos y trabajo de campo.
Además, se instalaron 126 luminarias LED en el entorno, permitiendo una mejor visibilidad en el espacio público para generar entornos más seguros. A su vez, para el momento de la plantación se prepararon 80 canteros, comenzando por el sector central del Rosedal, para ello se suman 800 metros cuadrados de compost (abono orgánico) y se agregaron 400 metros cuadrados de chips. Para el mantenimiento de los rosales se construyó un sistema de riego por goteo.
Nina Onocko, una de las paisajistas que resideñó el proyecto original, resaltó que para su mantenimiento “ las rosas se deben mantener con cierta humedad durante todo el año y especialmente en verano”, y ahondó: “Para ello, el sistema de riego será de mucha utilidad. El agua tiene que hidratar bien las raíces y los tallos. Si hay falta de turgidez el agua no sube a los tallos y tampoco los nutrientes llegan bien a las raíces. Si este doble sistema se rompe, los rosales lucen marchitos y puede llevar varios días su recuperación”.
La primera floración está prevista para la llegada de la primavera, pero se destaca que ante la gran cantidad de especies que se implantaron, el Rosedal se verá rodeado de colores durante la mayor parte del año. “Estas intervenciones son históricas y dejarán un Rosedal totalmente renovado de aquí a las próximas décadas. Estamos felices como rosarinos de haber podido recuperar este espacio tan importante para todos”, concluyó Borgatello.