La Justicia de Francia abrió una investigación contra el nuncio apostólico, el embajador del Vaticano en ese país, cardenal Luigi Ventura, por una presunta agresión sexual contra un joven empleado de la Municipalidad de París, informó este viernes el diario francés Le Monde.
La investigación, a cargo de la Fiscalía de París, fue abierta el 24 de enero pasado, un día después de que autoridades de la Municipalidad le comunicaran los hechos denunciados por el joven empleado, que no fue identificado.
Otros medios franceses y la cadena CNN citaron fuentes judiciales que confirmaron la investigación contra Ventura, quien tiene 74 años y está en su cargo hace una década.
Los hechos denunciados habrían ocurrido el 17 de enero durante un encuentro protocolar entre la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, y autoridades civiles, diplomáticas y religiosas, en la sala de arcadas de la Municipalidad.
Cada año, los presidentes y representantes de las asociaciones religiosas y basadas en la fe, así como todos los representantes de los órganos diplomáticos y constituidos, se reúnen en ese lugar.
El nuncio apostólico tiene un papel especial en esa ceremonia. Tradicionalmente pronunciaba un discurso, pero con la llegada de Hidalgo al cargo, en 2014, se limitó a tener la posibilidad de acompañar a la regidora hasta el estrado.
Fue antes de ese acto, según Le Monde, cuando tuvo lugar la presunta agresión sexual, cometida contra un joven empleado del servicio de relaciones internacionales de la Alcaldía, que denunció “tocamientos” del religioso.
El Ayuntamiento puso en conocimiento de la Fiscalía los hechos seis días más tarde y al día siguiente, el fiscal de París, Rémy Heitz, ordenó la apertura de una investigación.
Todos los medios dijeron que sus fuentes pidieron no ser identificadas por no estar autorizadas a hacer declaraciones en público.
Nacido en el norte de Italia, cerca de la ciudad de Brescia, doctor en Letras Modernas y licenciado en Derecho Canónico, Ventura entró en el cuerpo diplomático vaticano en 1978 y desarrolló una carrera internacional clásica ocupando las embajadas de Brasil, Bolivia y Reino Unido.
Pasó por la Secretaría de Estado en Roma donde trabajó junto al cardenal Agostino Casaroli, brazo derecho de Juan Pablo II antes de ejercer en Costa de Marfil, Burkina Faso y Níger.
En 1999 estuvo en Chile, donde el sonado escándalo de pedofilia y silencio cómplice de la jerarquía eclesiástica llevó a todos los obispos chilenos a presentar su dimisión al papa Francisco el año pasado.
En 2001, Ventura se trasladó a Canadá antes de ser nombrado nuncio del papa en París bajo el mandato de Benedicto XVI. El puesto, uno de los más prestigiosos de la diplomacia vaticana, se ve como la antesala de un nombramiento como cardenal.
Frente a la denuncia por abusos sexuales, Ventura podría hacer valer su inmunidad diplomática.
Cuando cumpla 75 años en diciembre de 2019, se le pedirá, como a todos los obispos de esa edad, bajo las reglas del Vaticano, que presente su renuncia al papa Francisco, quien puede aceptarla o dejar que se quede un poco más.
Ventura es el tercer diplomático del Vaticano acusado de irregularidades sexuales. En junio del año pasado, el tribunal del Vaticano condenó a monseñor Carlo Capella por posesión y distribución de pornografía infantil y lo condenó a cinco años de prisión.
En 2013, el Vaticano acusó a su entonces embajador en la República Dominicana, Monseñor Jozef Wesolowski, por abusar sexualmente de jóvenes. Wesolowski fue derrocado por el tribunal de la iglesia del Vaticano, pero murió antes de que se iniciara el juicio penal del Vaticano.