Funcionarios y legisladores del Frente para la Victoria volvieron a cuestionar la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman por encubrimiento en la causa Amia contra la presidenta Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman, y catalogaron la acusación de “endeble”. Además indicaron que los presuntos espías implicados por Nisman son “chantas que venden un cuento” y acusaron a la oposición por “usar este hecho escabroso y lamentable”.
El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, aseguró ayer que tanto Ramón “Allan” Héctor Bogado como Héctor Yrimia, mencionados en la denuncia del fallecido fiscal Nisman como presuntos espías, son “vendedores de influencias, chantas que venden un cuento”.
Fernández hizo especial énfasis en ratificar la posición de la Secretaría de Inteligencia (SI), que negó que esas personas acusadas de negociar la impunidad de ex funcionarios iraníes involucrados en la causa Amia formaran parte del organismo actualmente a cargo de Oscar Parrilli.
“Se habla de una doble Side (antigua Secretaría de Inteligencia). De la Side que representa (Jaime) Stiusso y de la otra que representan Bogado e Yrimia. ¿Quiénes son Bogado e Yrimia?: dos vendedores de influencias”, enfatizó Fernández.
En declaraciones a la prensa, el funcionario indicó que “no han sido, no lo han sido nunca, no son ni siquiera en forma temporaria” integrantes de la Secretaría de Inteligencia que conduce Oscar Parrilli.
Por su parte, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich aseguró que “del mismo texto” publicado en forma completa el martes “surgen cuestiones que han sido desmentidas categóricamente a posteriori”, ya que “los espías son falsos, el supuesto pacto de encubrimiento no existió y las maniobras para eliminar alertas rojas no sucedieron”.
Para el ministro de Defensa Agustín Rossi, la denuncia de Nisman «se basaba en una serie de conjeturas que no tenían la suficiente base probatoria como para sostenerse”. En ese sentido citó a la jueza María Romilda Servini de Cubría que no habilitó la feria judicial para tratar el tema y la desmentida de la SI sobre la identidad de los supuestos espías.
Rossi señaló que “lejos de fortalecer la denuncia que había hecho el fiscal Nisman la pone en un lugar de altísima debilidad, ya que, ante el primer requerimiento judicial se muestra una inconsistencia de estas características”.
En tanto, la legisladora del Frente para la Victoria Juliana Di Tullio sostuvo: “Es poco sustanciosa la denuncia presentada y por eso nosotros estábamos preparados para hacerle muchas preguntas al fiscal. Alguien le dio información falaz al fiscal y Nisman le tenía muchísima confianza a esa persona”.
A su entender, “lo importante es la descripción de la denuncia que está basada en supuestos, recortes periodísticos, interpretaciones libres de un fiscal que parece no tener una sustancia, ni ninguna prueba contundente”.
Sobre la oposición, Di Tullio cuestionó la utilización “de este hecho escabroso y lamentable”.
“La reacción de la oposición me parece una brutalidad humana; usar este hecho escabroso y lamentable, porque además hay que recordar que la causa madre es una de las más impactantes de la Argentina”, se quejó la legisladora.
Al respecto, subrayó: “Un señor que dice que el Congreso tiene que actuar cuando no fue nunca a trabajar; que habla de la Comisión Bicameral cuando le ofrecimos ser parte y no aceptó; el jefe de Gobierno porteño hablando del servicio de inteligencia cuando está involucrado en una causa. Es de muy mal gusto”.
“Víctima de datos falsos”
El ex juez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Eugenio Zaffaroni aseguró ayer que no ve delito en la denuncia del fallecido fiscal especial para la causa Amia, Alberto Nisman, y consideró que el fiscal podría haber sido “víctima de pistas y datos falsos”.
Sobre la denuncia por supuesto “encubrimiento” en la causa Amia, el ex juez señaló:
“Acá hay una cuestión de pruebas, si menganito habló con sultanito, pero lo punible empieza con el comienzo de ejecución de un hecho. Incluso, si se probara lo que dice Nisman, desde el derecho no hay delito”.
“No sería la primera vez en que a alguien se le dan pistas y datos falsos que se asumen y se creen”, dijo, y agregó que “en algún momento” el fiscal “se tuvo que dar cuenta de que le dieron pistas falsas y material no válido”.
