Asombrosamente hoy dentro de la República Argentina crecen con enorme fuerza dos nuevos países ante la mirada ausente de la política. La marginalidad y el narcotráfico por un lado, y un sector de la sociedad que cree que el remedio está en hacer venganza con sus propias manos.
Bien lo decía el diputado provincial por la UCR Maximiliano Pullaro: “La política es cómplice de la narcocriminalidad no por participar en el negocio sino por no evitarlo”. Estos dos países violentos que crecen dentro de nuestra república tienen como matriz de desarrollo la impunidad del poder. El caldo de cultivo es la corrupción. A partir de allí en este caleidoscopio de problemas emergen los derechos de los docentes a un sueldo digno vs. los derechos de los niños a una buena educación. En este primer ejemplo está el enorme problema que la política no resuelve. El Estado ausente lleva a dividir en vez de sumar, enfrentar en vez de conciliar. No debiésemos aludir al problema educativo como docente vs. alumnos. Esta primera afirmación preanuncia un mal resultado. Si los docentes se enfrentan, por las razones que fuesen, con los alumnos la ecuación no cierra. De la misma manera tenemos médicos vs. enfermos… Y los ejemplos se multiplican uno tras otro por sectores demostrando una enfermedad para la cual hoy la política no sólo no tiene remedio sino que no lo busca.
Se dio a conocer que en la provincia de Buenos Aires el número de alumnos que son abandonados por la escuela llenarían dos estadios de River Plate. Si un adolescente abandona la escuela secundaria el primer indicador es que no tiene un entorno familiar que valorice debidamente el aspecto educativo y/o una necesidad palmaria laboral. Personalmente creo más en la contundencia del primer indicador, dado que las estadísticas indican la imposibilidad de inserción laboral de los jóvenes y mucho más cuando no tienen su ciclo educativo básico completo. A partir de allí el Estado ausente, insisto en ello, es cómplice del peor destino de ese joven. Joven que no tiene ni contención familiar ni educativa. Aquí quiero detenerme en la política. El gobierno nacional se vanagloria por haber obtenido el mayor presupuesto educativo. Indudablemente algo ocurrió porque la educación no brinda resultados acordes con tal esfuerzo económico.
Las oposiciones hoy no nos permiten miradas esperanzadoras sobre este tema ni tampoco sobre estos nuevos países que crecen dentro de Argentina. La centroizquierda, en primer lugar, no termina de definir su composición; es decir, si se presentará como centroizquierda o si se aliará con la centroderecha. Los famosos límites van y vienen sin definirse. Si decide presentarse como un conglomerado centroizquierda soñando con un balotaje, temo que el recuerdo de la Alianza le juegue una mala pasada. Si miramos hacia los candidatos peronistas no kirchneristas se los observa tan marketineros como poco creíbles. Y con una propensión a hacer campaña y/o explicar proyectos al exterior más que a sus conciudadanos.
Las CGT, Moyano, Barrionuevo, Micheli y gremios hasta hoy afines al oficialismo, harán sentir su malestar paralizando por 24 horas a la Argentina que tiene cierta legalidad, que tiene cierta protección, que tiene cierta cobertura legal. No quedarán representados en este paro las necesidades de los sin voces: los que no tienen trabajo, los que lo tienen pero están en negro, los que nunca podrán jubilarse, los cuentapropistas obligados a serlo, en definitiva los que están pero son invisibles. Esto no es un reproche hacia los dirigentes gremiales, ellos defienden a quienes están en el circuito laboral y a quienes trabajando tienen dos problemas. Unos, salarios por debajo de la canasta básica. Otros, sueldos alcanzados por el impuesto a las ganancias.
Esta semana falleció en España Adolfo Suárez. Debió articular un país devastado por la dictadura con una incipiente democracia. Su norte fue el de lograr una democracia de convivencia. El 24 de marzo recordamos el 38° aniversario del feroz golpe de Estado. Argentina recuperó su democracia hace 31 años. Hoy el desafío es recuperar la convivencia.