En medio de un contexto recesivo, de tarifas que ahogan y de la caída en las ventas, en el sector panadero dicen que no saben ya qué hacer para resucitar el consumo. “La industria nuestra no da para más. En los últimos días el pan aumentó un 5 por ciento. Vengo de una familia de panaderos y nunca viví una crisis como ésta. Estamos peor que en el 2001. El grave problema es la caída del consumo, que ronda un 40 por ciento, y no se puede recuperar”, dijo a El Ciudadano, Gerardo Di Cosco, titular de la Asociación de Industriales Panaderos. Las palabras del referente se dan luego de que esta semana se conociera una suba en el costo de la harina y otros insumos, lo que repercute directamente en el precio al público. En algunos comercios de Buenos Aires el kilo de pan superó los 100 pesos. Mientras que en la provincia de Santa Fe oscila entre los 70 y 80 pesos.
Di Cosco explicó que el aumento del 5 por ciento se dio en los últimos 10 días. “A pesar de esa suba ya estamos desfasados con el precio. Y ajustar el pan significa vender menos. Por eso estamos en un problema”, señaló.
Según explicó el titular de la Asociación de Panaderos, el costo de la materia prima está dolarizado, y eso siempre recae en el precio final. Hace dos meses, una bolsa de harina de 50 kilos costaba 750 pesos. Hoy, tras la última suba del dólar, llegó a 950. Los 20 kilos de grasa y margarina estaban entre los 800 y 900 pesos. Ahora ya superan los 1.500.
El sector panadero está en crisis desde 2017. Di Cosco dijo que en Rosario había cerca de 450 panaderías registradas. De ese total, cerraron más de 85 en el último año.
“De todos los locales que cerraron, muchos pasaron a la clandestinidad. Ese es otro de los problemas que tenemos. Trabajan a puertas cerradas porque no pueden mantenerse y termina siendo una competencia desleal. Venden a un 30 por ciento menos. Además, la gente no tiene idea de dónde viene ese pan y en qué condiciones se está produciendo», señaló.
“Cómo ya estamos en época otoñal y falta poco para que empiece el invierno, las ventas tendrían que repuntar, pero sucede todo lo contrario. La gente no tiene plata. No le alcanza el sueldo. Las ventas cayeron casi un 40 por ciento y con estas políticas económicas no nos vamos a recuperar más”, añadió el referente de los panaderos.
Di Cosco describió luego situaciones que se están “dando a diario”. “Los clientes vienen con 30 pesos y compran lo que les alcanza. Además, desde hace un año se duplicó la cantidad de personas que vienen a pedir. Entran unas por día. Es tremenda la malaria que estamos viviendo”, aseguró.
En la capital provincial también
En tanto, Jorge Spasitch, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Santa Fe, dijo que el pan registró una suba del 8% al 10% en esa ciudad. Y añadió que la decisión del nuevo incremento se tomó en la semana tras una reunión en la que los empresarios analizaron los costos.
En el encuentro los referentes de la industria confirmaron que el costo actual del pan les deja un desfasaje que ronda entre el 8% y el 10%. Justamente, el mismo porcentaje de aumento que registró el producto.
“Nosotros no somos formadores de precio y cada industria panaderil tiene sus números. Elaboramos un costo general que se transmite a los socios, luego cada uno lo emplea o no”, explicó.
Y agregó que también influye el fuerte ajuste del gas (ya rige un reciente incremento del 35%) y el “costo” de las paritarias, que se cerró con un 28% de aumento salarial para los empleados.
“El pan se tiene que seguir comiendo. Si bien a la población le incomodan los aumentos, dentro de todos los artículos el pan sigue siendo el más económico. Un kilo de pan es muy rendidor. Mientras que solo un paquete de galletitas vale 50 o 70 pesos, y tiene 100 gramos”, evaluó el referente santafesino.
El panorama nacional
La situación de la industria panadera a nivel nacional también se agrava cada día más y los representantes del sector no ven soluciones viables a la vista.
A principio de año se desarrolló un cónclave en Capital Federal, del que participaron presidentes de distintos centros de panaderos del país.
Allí analizaron la situación del sector y concluyeron que si no hay respuestas del gobierno nacional la disyuntiva estará entre pagar los impuestos o aumentar el pan a un precio exorbitante. En ese marco fue que Di Cosco afirmó que a nivel nacional “ya se han perdido 4.000 puestos de trabajo”.
