El papa Benedicto XVI criticó duramente «las nuevas concepciones de la familia» que no se basan en la unión de un hombre y una mujer y afirmó que «en la lucha por la familia» está en juego la esencia del ser humano.
En su discurso de fin de año a la Curia Romana, el Papa también denunció la «falsedad» de los estudios de género y citó al gran rabino de Francia, Gilles Bernheim, muy crítico con el proyecto del gobierno socialista francés de legalizar el matrimonio y quizás también la adopción para los homosexuales.
El Papa elogió el trabajo del rabino Bernheim, que demuestra que «atentar contra la auténtica forma de la familia, constituida por un padre, una madre y un niño (…) pone en juego la visión misma del ser humano».
En su discurso de fin de año, en el que suele explicar las preocupaciones principales de la Iglesia, el Papa lamentó la «profunda falsedad» de los estudios de género, que consideran que el sexo de una persona está determinado en realidad por la sociedad y la educación.