Tras ser recibido este jueves por el Papa en el Vaticano, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, informó que si recibía una invitación formal de Kim Jong Un, Francisco está dispuesto a viajar a Corea del Norte, un país donde prácticamente no hay católicos, ya que no existe la libertad religiosa.
El Vaticano, preguntado por la AFP, no lo confirmó y aseguró que sólo se había formulado una «invitación verbal» que de confirmarse implicaría la primera visita papal a ese país.
Durante su entrevista con el Papa, Moon relató su visita a Pyongyang en septiembre, durante la cual Kim «expresó su deseo de recibir al Papa en su país», informó a la prensa coreana el portavoz del presidente surcoreano.
«Cuando el presidente Moon preguntó al Papa si Kim podía enviarle una invitación, Francisco dijo: «Lo que me acaba de decir es suficiente, pero estaría bien enviar una invitación formal, y añadió que si llega una invitación, responderé sin falta y puedo ir», agregó el portavoz.
Sin embargo, es frecuente que los responsables extranjeros recibidos en el Vaticano inviten al Papa a su país, y después den como positiva la respuesta educada del pontífice.
En un comunicado más formal, el Vaticano habla de «discusiones cordiales» e informa de que el Papa había expresado su «gran aprecio por el esfuerzo común que favorece toda iniciativa útil que consienta superar las tensiones que existen todavía en la península de Corea, para abrir una nueva estación de paz y desarrollo».
La versión sobre la posible visita del Papa a Corea del Norte fue confirmada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y segundo del sumo pontífice, quien dijo que “por el momento no hay fechas para un posible viaje y que se trató de un primer contacto. Todo requiere una preparación y una seria consideración”.