El Papa Francisco decidió no acudir este Viernes Santo al Coliseo de Roma para asistir al tradicional Vía Crucis, debido al «intenso frío» que azota a la capital italana, y según informó la Santa Sede, siguió las alternativas del mismo desde su residencia en el Vaticano.
«Debido al intenso frío de estos días, el papa Francisco seguirá el Vía Crucis esta tarde desde la Casa Santa Marta, uniéndose a las oraciones de quienes se reunirán con la Diócesis de Roma en el Coliseo«, había comunicado la oficina de prensa del Vaticano.
Una inusual ola de frío se dio durante los últimos días en Roma, con temperaturas inferiores a los diez grados, especialmente en la noche, lo que obligó al Papa a resguardarse. En consecuencia, el cardenal Angelo De Donatis dirigió las catorce estaciones, o el Camino de la Paz, que fueron retransmitidas a todo el mundo.
De todos modos, Francisco asistió a la celebración previa de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro, donde se descubrió la cruz antes de que la llevaran a la procesión.
En tanto, unas 20 mil personas estuvieron en el tradicional Vía Crucis de la religión católica, que se llevó a cabo en las inmediaciones del legendario Coliseo. Se trata de una de las devociones de mayor fervor que consiste en pasar en procesión ante una serie de 14 cruces que representan los últimos momentos de la vida de Jesús antes de la Resurrección.
Francisco, de 86 años, fue dado de alta de un hospital de Roma el sábado pasado tras recibir tratamiento para una bronquitis y el Vaticano afirmó entonces que cumpliría el programa completo de la Semana Santa, incluida la procesión del Vía Crucis y la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro.