El papa Francisco mostró su preocupación por la crispación en Venezuela, país que atraviesa una aguda división política y para el que pidió «diálogo» como la única salida a la crisis.
«Invito al querido pueblo venezolano, y especialmente a los responsables institucionales y políticos a rechazar con firmeza cualquier tipo de violencia y a establecer un diálogo basado en la verdad», dijo Bergoglio durante el rezo del Angelus.
El pontífice aseguró que sigue con atención los acontecimientos en Venezuela, donde Nicolás Maduro, el sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez, fue investido presidente el pasado viernes tras una ajustada victoria electoral que ha cuestionado el líder de la oposición, Henrique Capriles Randoski.
Tras los comicios del 14 de abril, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela proclamó vencedor a Maduro con el 50,75% de los votos contra el 48,98% de Capriles, un margen de menos de dos puntos porcentuales. El líder de la oposición exige una revisión de los resultados.
La noche electoral, tras conocerse los resultados, estalló la crispación política. La oposición salió a las calles para protestar por los resultados y demandó un recuento. El gobierno de Caracas informó que las manifestaciones dejaron ocho muertos y más de 60 heridos.
El Sumo Pontífice señaló que tiene la «esperanza de que se busquen las vías justas y pacíficas para superar el grave momento de dificultad que el país está atravesando». Además el Papa pidió rezar por la reconciliación y la paz invocando a la Virgen de Coromoto, la patrona de Venezuela.