Luego de diez días de constante crecida, el Paraná evidenció ayer la primera baja en más de dos meses, y se ubicó a 5,52 metros, tres centímetros menos que en la víspera. La altura de 5,55 se había medido el lunes por la noche, tras lo cual el caudal se mantuvo en situación estacionaria. La última vez que había permanecido estacionario había sido el 24 y 25 de diciembre pasado, y la última vez que se registró un descenso, aunque luego continuó el ritmo creciente, había sido el 4 de noviembre. Pero la onda se mantiene desde la última semana de octubre del año pasado: la visión que ofrece el Paraná ahora está 2 metros y 72 centímetros por encima de la altura que tenía entonces.
El primer registro con descenso del año captó la atención de funcionarios, que consultaron pronósticos y esperan que la situación comience a estabilizarse y empiece a descender lentamente en los próximos días. Claro que esa posibilidad, aclararon, dependerá de la intensidad de las lluvias del Litoral y de lo que ocurra en la cuenca superior, donde parecía sobrevenir otra curva ascendente, producto de las precipitaciones en las nacientes.
En tanto continúan los operativos de asistencia y control en las zonas más afectadas, El Mangrullo y la isla del Espinillo, donde hoy se realizará el tercer operativo para llevar asistencia a las familias del lugar, que se quedaron sin tierra para pisar por la crecida: sólo las casas y paradores, montados sobre pilotes, las copas de los árboles y arbustos sobresalen del agua.
Hoy, se volverá a repetir un operativo conjunto de Prefectura Naval, Defensa Civil municipal, Desarrollo Social de la provincia y otras áreas para llevar agua potable, elementos de limpieza, pañales y alimentos a las 51 familias que actualmente habitan la isla del Espinillo. Desde Defensa Civil aseguraron que no se registraron evacuados en la zona, aunque la isla está cubierta por el agua.
“El principal requerimiento es llevar agua potable, elementos de limpieza, pañales y alimentos. Se llevó mucho la semana pasada y veremos cuáles son las principales necesidades en esta visita. Vamos a tomar la escuela como centro de operaciones y desde ahí salimos con embarcaciones más chicas”, señaló Gonzalo Ratner, desde Defensa Civil, quien indicó que se trata de 51 familias que permanecen en sus hogares, ya que “hay pocos puntos de tierra firme”.
Por su parte, continúa el monitoreo en El Mangrullo, donde la situación está estable, con operativos en los domicilios y acompañamiento de las familias, pero sin evacuados.
“Las defensas han soportado, no fue necesaria la evacuación y se sigue trabajando en la asistencia en el lugar a las familias. El centro de salud es nuestra referencia, con el que la gente tiene una relación muy cercana; el personal nos acompaña en las visitas a los lugares bajos. Se sumó además la GUM desde la Secretaria de Control y personal de Higiene Urbana, Control de Vectores por roedores y todas las áreas que están colaborando”, agregó Ratner.
En cuanto al pronóstico del río, Defensa Civil espera que se estabilice y descienda un poco en los próximos días, aunque dependerá “de los períodos de lluvias en el Litoral y en el norte, por lo que se puede dar otra onda de crecida si se concretan las lluvias pronosticadas”.