El Parlamento británico votará hoy si el Reino Unido solicita a la Unión Europea (UE) una prórroga para el Brexit -fijado para el 29 de marzo-, un día después de que los diputados descartaran salir del bloque comunitario sin acuerdo.
Se espera que los legisladores apoyen pedir una extensión de la validez del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece un periodo de dos años para la retirada de un país comunitario del bloque a contar desde el día en que se activó ese artículo.
La primera ministra británica, Theresa May, presentó una moción que contempla un retraso de tres meses de la ruptura británica, sujeto a que Londres pueda aprobar un acuerdo de salida antes del 20 de marzo, un día antes de una cumbre europea.
En caso de que no haya pacto para el 20 de marzo, el gobierno advirtió que la prórroga -que debe ser aprobada por unanimidad de los 27 países de la UE- puede ser más larga, lo que forzaría al Reino Unido a participar en las elecciones europeas de mayo.
La primera ministra conservadora planea un tercer intento por someter a la votación de los diputados el acuerdo negociado con Bruselas, a pesar de que ese tratado ya fue rechazado por los comunes en enero y este mes, indicaron The Guardian y otros medios británicos.
Si los diputados aprueban el pacto antes de la cumbre europea, entonces la prórroga, calificada como «técnica» por el gobierno, sería hasta el 30 de junio, de lo contrario se solicitaría más tiempo para que el país evalúe las opciones.
Pese a las nuevas garantías facilitadas por la UE sobre la controvertida cláusula irlandesa del acuerdo -concebida para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas-, los diputados conservadores más euroescépticos y el Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte rechazaron dos veces el acuerdo trabajosamente logrado por May con Bruselas.
Los medios británicos señalan que miembros del DUP esperan celebrar hoy conversaciones con el gobierno en busca de una salida que permita a sus diez diputados respaldar el pacto en una tercera votación.
Entre los laboristas, en tanto, gravita cada vez con más fuerza la idea de un segundo referéndum, aunque la formación no dio pasos en esa dirección.
Para que esa idea prospere, algunos diputados conservadores deben respaldarla y el líder laborista, Jeremy Corbyn, debería además sofocar una posible rebelión de algunos de sus parlamentarios, elegidos por circunscripciones favorables al Brexit, que han rechazado hasta ahora una consulta.
Corbyn dijo que el Parlamento «ahora debe tomar el control del proceso Brexit» y su partido trabajará en toda la Cámara de los Comunes para buscar una solución de compromiso.
En Bruselas, paralelamente, las dudas sobre la cintura política de May para conducir el proceso se redoblan, y fuentes de las tres instituciones comunitarias coinciden en que la pérdida de credibilidad de la primera ministra constituye uno de los principales obstáculos para desbloquear el acuerdo.
Brexit: el Parlamento británico volvió a rechazar el acuerdo propuesto por May