El Parlamento iraquí aprobó este domingo el pedido del gobierno para poner fin a la presencia de tropas extranjeras en el país, después de que el primer ministro, Abdel Abdelmahdi, así lo solicitara en la primera sesión de la Cámara desde el ataque de Estados Unidos contra el comandante iraní Qasem Soleimani y un cabecilla chiita iraquí.
El Parlamento acordó una moción en la que solicita al Ejecutivo que “trabaje para acabar con la presencia de cualquier fuerza extranjera en el país”. Asimismo, el texto solicitó al gobierno que anule “la petición de ayuda a la coalición internacional para luchar contra el (grupo terrorista) Isis” porque consideró que las operaciones militares contra los extremistas ya han concluido en Irak.
“Pagarán el precio”
Por su parte, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, amenazó a las tropas estadounidense desplegadas en la zona, tras el asesinato el viernes en Irak del general Soleimani a manos de soldados del Ejército de Estados Unidos. Los soldados norteamericanos que se encuentran en Oriente Medio, “pagarán el precio” por el ataque, afirmó este domingo en una declaración.
Nasrallah explicó que ahora son objetivos de ser atacadas las bases estadounidenses, los buques de guerra y todos los soldados estadounidenses que se encuentren en la región y amenaza: “Los suicidas que obligaron a los americanos a abandonar nuestra región en el pasado, siguen aquí y son más numerosos”.
En los próximos días está previsto que hasta 3.500 soldados viajen a Kuwait, una de las sedes del Mando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU., desde donde se coordinan las operaciones militares en Irak y Afganistán. “La brigada se desplegará en Kuwait como una acción de precaución en respuesta al aumento de los niveles de amenaza contra el personal y las instalaciones de EE.UU.”, explicó el teniente coronel Mike Burns. La semana anterior, el gobierno estadounidense envió 750 soldados a Oriente Medio en respuesta al asalto de la embajada de EE.UU. en Bagdad por parte de simpatizantes de milicias chiitas.
La muerte de Soleimani despertó temor entre los aliados de EE.UU. a una nueva guerra en Oriente Medio y provocó la subida de los precios del petróleo, así como caídas en los mercados de todo el mundo.
Este domingo miles de personas lloraban la muerte del general en las marchas fúnebres que recorrieron Irak e Irán. En la madrugada de este domingo, su cuerpo arribó a su país natal, donde tras pasar por varias ciudades, entre ellas Teherán, será enterrado en su Kerman natal.