El lock out de transportistas de cereales provoca pérdidas diarias de unos 3,5 millones de dólares a los exportadores de granos y mantenía, hasta anoche, unos 120 barcos varados en distintos puertos del país, la mayoría frente a la costa sobre el río Paraná en la zona del cordón industrial, donde se concentran las principales empresas agroexportadoras.
Desde la Federación de Transportistas Argentinos (Fetra) indicaron a este diario que durante la tarde de ayer hubo un llamado de parte del gobierno para intentar destrabar el conflicto, pero hasta anoche no habían sido convocados a una reunión ni recibieron propuesta formal para intentar encontrar una salida.
Propietarios de camiones, nucleados en Fetra y la Cámara del Transporte de Cargas (Catac), lanzaron una medida de fuerza el lunes pasado en reclamo de una suba del 35 por ciento en la tarifa del flete por el traslado de granos y derivados bajo el argumento de un fuerte incremento de costos y servicios (combustible, peajes, etcétera), que la mesa de enlace y Federación Agraria se niegan a aprobar. Ayer continuaron los piquetes y bloqueos a las terminales portuarias, medida que acumula camiones cargados con granos a la vera de las rutas y complica el tránsito vehicular en toda la región.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, en lo que va de la semana ingresó un “98 por ciento menos de camiones a los puertos de la región, en relación a la semana pasada”.
Combustible
Por otro lado, los transportistas habilitaron ayer después del mediodía el paso de los camiones cisternas hacia las refinerías de San Lorenzo, con lo cual había empezado a normalizarse el abastecimiento de combustible, afectado durante la mañana, según reconocieron los dueños de estaciones de servicio.
“Liberamos el paso de camiones cisternas con combustible temporalmente como señal de buena voluntad”, explicó Pablo Agolanti, vicepresidente de Fetra en diálogo con El Ciudadano.
Los puntos más complicados por los piquetes son el acceso norte a San Lorenzo, la ruta 10, la A012 a la altura de Ricardone y la 11. Además de personal de Vialidad provincial que empezó a recorrer la zona, ayer también se sumaron escuadrones de Gendarmería, en particular para custodiar rutas nacionales como la A012.
“Pérdidas”
“Los exportadores de cereales y oleaginosas comenzaron a perder 3,5 millones de dólares diarios por el lock out empresario iniciado el lunes último por transportistas de granos, dado que al dejar de ingresar producción a los puertos, muchas terminales se quedaron sin mercadería para cargar en los 120 barcos que están paralizados”, informaron voceros del sector.
“Hay empresas que no tienen para cargar en los barcos”, aseguró el vocero de la Cámara de Industrias Aceitera de la República Argentina (Ciara), Andrés Alcaraz.
El representante del sector agroexportador abogó porque “se llegue a un arreglo pronto de esta situación, porque todo esto supone pérdidas, en la medida que los barcos están detenidos, y eso implica un costo de alquiler de alrededor de 30.000 dólares diarios” por cada jornada adicional de espera por la carga correspondiente.
Los puertos del Gran Rosario, el norte de la provincia de Buenos Aires, parte de Entre Ríos, y el sudeste bonaerense mantenían unos 120 buques varados, en espera de carga, cuya paralización, como se señaló, significa en conjunto 3,5 millones de dólares por día.
El vocero de Ciara aseguró que la industria “si bien no es objeto, ni forma parte del conflicto de los transportistas, asiste con preocupación a la medida, porque como muchas empresas, al no recibir producción, se quedaron sin existencias y no pueden cargar los barcos que están en los puertos”.
Alcaraz puntualizó que “está comenzando a detenerse la logística”, y remarcó que “resulta complicado este asunto, porque estamos en el medio de la cosecha del maíz y se están agotando las existencias disponibles en los puertos”. Además, advirtió que de continuar la medida “se paralizarán también las plantas procesadoras”, y señaló que “hay piquetes en muchas rutas y se están haciendo los esfuerzos necesarios con las autoridades y la Gendarmería para liberar la circulación”.