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Comenzó el partido más pasional del país

Newell's y Central igualan 0-0 en el "Coloso Marcelo Bielsa" del Parque Independencia. Ambos irán por un triunfo que, más allá de la cuestión de la histórica rivalidad, los mantenga expectantes de la lucha por el título.

Nada se asemeja al clásico rosarino. Absolutamente nada. Imposible compararlo con otro hito deportivo, social o cultural. Tiene una impronta intransferible. Es único y extraordinario. Atrapante aún en la connotación que lo rodea, cuando el espectáculo futbolístico pasa de discreto a malo. Vivido por los hinchas con extrema sensibilidad sentimental, por momentos irracional y desproporcionada. Cautivante para los neutrales y hasta convocante para que documentalistas extranjeros desarrollen proyectos audiovisuales en torno al partido en sí y a las pasiones que moviliza. Así es un clásico entre Newell’s y Central.

Ambos volverán a cruzarse desde las 15 en el Coloso Marcelo Bielsa, en un encuentro que será controlado por el mundialista Néstor Pitana y que transmitirá la TV Pública. Con el ingrediente de dos ídolos debutantes en clásicos en sus nuevas funciones como técnicos: Bernardi y Coudet lo vivirán del otro lado de la raya de cal.

Por más que lo desmientan públicamente, en el semblante de jugadores, técnicos e hinchas sobrevuelan los antecedentes en el clásico. Las tres victorias seguidas de Central configuran un escenario de obligaciones y necesidades, más allá del honor que implica jugar un partido como este.

Aunque Bernardi recién curse por su tercer partido, Newell’s carga con la obligación de cortar esa seguidilla de tres triunfos canallas en los clásicos. Y por el lado de Central, la necesidad pasa por lograr un buen resultado para mantenerse prendido en el lote de animadores del campeonato.

Ninguno de los dos entrenadores confirmó equipos. Es más, ocultaron informaciones para que no trasciendan indicios para que el adversario tome apuntes y contrarreste. La diferencia es que no existen misterios en la conformación del once de Central.

Coudet no lo definió pero sí paró una formación en la práctica de pelota detenida. Con relación al equipo que arrancó ante Vélez, presentará tres variantes: el Chelito Delgado se recuperó de una contractura en el muslo izquierdo en ingresará en lugar de Walter Montoya, mientras que Mauricio Caranta cumplió la fecha de suspensión por cinco amarillas y volverá a ocupar el arco en reemplazo de Manuel García. Y Pablo Álvarez, que había sido preservado por cuatro amonestaciones, retornará por el juvenil Víctor Salazar.

Concentrados: García, Gómez Andrade, Salazar, Maximiliano González, Montoya, José Luis Fernández, Giovani Lo Celso y Franco Niell.

En Newell’s, hermetismo absoluto por el lado de Bernardi. “Tengo el equipo desde hace quince días”, avisó el DT sin dar pistas . Respeto de los once que jugaron frente a Tigre, de la duda entre Hernán Bernardello o Diego Mateo saldría el reemplazante de Hernán Villalba, suspendido. Además, Mauricio Tevez sustituiría a Martín Tonso.

Concentrados: Unsain, Báez, Escobar, Nehuén Paz, Víctor Figueroa, Tonso, Ezequiel Ponce y Denis Rodríguez.

“No más violencia”

Voluntarios de la fundación “No más violencia” estarán colaborando para que el clásico transcurra en paz en las adyacencias del Coloso. Desde hace 18 años, la campaña nacional e internacional de “No más violencia” apunta a la educación y prevención de la violencia en el deporte y la sociedad.

Los antecedentes

¿Pesan los antecedentes en los clásicos? Algunos aseguran que no, otros afirman que tienen cierta incidencia. Lo cierto es que hay una notoria diferencia de experiencias entre los jugadores que ambos técnicos decidieron concentrar. Mientras en Newell’s sólo cuatro futbolistas saben lo que es ganar un clásico (Hernán Bernardello festejó tres veces; Ignacio Scocco dos; Diego Mateo y Maxi Rodríguez una), en Central Marco Ruben es el único que alguna vez cayó ante la Lepra. Además, hay un solo jugador leproso que marcó en un clásico (Maxi Rodríguez) contra cinco canallas que anotaron (Alejandro Donatti, Nery Domínguez, César Delgado, Marco Ruben y Franco Niell).

Un riguroso operativo de seguridad con 750 uniformados

El clásico rosarino ya tiene un riguroso operativo de seguridad diagramado. Un total de 550 agentes estarán afectados al control en el Coloso del Parque y adyacencias, mientras que 200 uniformados patrullarán sectores estratégicos de la ciudad.

Según un comunicado de la Unidad Regional II, el dispositivo de seguridad se iniciará a las 8.45, hasta la desconcentración total de los espectadores. Del operativo participarán agentes de la Policía de Santa Fe y fuerzas federales con asiento en Rosario.

Habrá efectivos que controlarán que no se expendan bebidas alcohólicas en un radio de 800 metros del estadio, cuatro horas antes y dos después del clásico.

Se solicita a los concurrentes que asistan al estadio con antelación al inicio del partido, para evitar aglomeraciones y pérdida de tiempo innecesarias.

Asimismo se recuerda a los espectadores que no se podrá ingresar al estadio con estandartes, radios, pilas, paraguas, cintos con hebillas grandes, encendedores y demás elementos que sean contundentes

Como así también no podrá ingresarse con elementos de pirotecnia, ni banderas que reuniendo aún las medidas reglamentarías contengan leyendas ofensivas, ojales, botones, abrojos o cintas para unir a otras entre sí.

Por su parte, la secretaría de Control y Convivencia Ciudadana dispuso un amplio operativo de tránsito. A partir de las 10 y hasta las 18 se desarrollarán tareas de prevención que incluirán ordenamiento vehicular, cortes y disposiciones en el tránsito en varios sectores del Parque.

Cortes programados y disposiciones en el tránsito en Ponce y Avenida Lugones (Jardín de los Niños); Bulevar Oroño y Morcillo (no ingresan a Morcillo hacia el oeste); Avenida Pellegrini y Pueyrredón; Avenida Pellegrini y Ovidio Lagos; Avenida Presidente Perón y Ovidio Lagos (sólo está permitido el ingreso de la prensa y jugadores).

No se permitirá el estacionamiento en Ovidio Lagos al 1700 (frente al cementerio El Salvador), para garantizar la libre circulación en inmediaciones del estadio. Sólo estará permitido el estacionamiento de micros.

Al comienzo del partido, se permitirá el estacionamiento a 45 grados, en ambas manos, en Avenida Pellegrini desde Alvear hasta Suipacha, tal como lo establece el decreto Nº 41.422.

Como en cada evento deportivo, se recomienda circular con precaución por las calles lindantes al estadio. Y de ser posible, evitar transitar por el sector. La circulación vehicular se normalizará al finalizar el partido.

Desde la secretaría de Control y Convivencia Ciudadana solicitan a los espectadores que concurran al estadio, que lo hagan en un clima de buena convivencia, que preserven el espacio público, y que todos colaboren para que el clásico se desarrolle con total normalidad.

El pasado dice presente (Por José Odisio)

Lucas Bernardi entiende que no tiene sentido mirar atrás y autoflagelarse por los tres clásicos perdidos. Y no está mal que el técnico piense así, ya que desde lo futbolístico cada partido es una nueva historia y su misión es que la de hoy tenga un mejor final que las anteriores sin que pese en él y sus jugadores el pasado reciente.

Pero lo que Bernardi no podrá evitar son las consecuencias que pueden traer una victoria o una derrota. Está más que claro que la Lepra hoy no juega un partido más.

Desde las tribunas hay una fuerte exigencia de triunfo e incluso la propia dirigencia reclama su primer clásico ganado. Y gran parte del plantel sabe que hay una deuda que pagar con urgencia, aunque puertas afuera dejen un mensaje distinto.

Así, la carga emocional será alta, como también podrá serlo el rédito que puede obtener el DT si la Lepra gana. Hoy Bernardi no está más dentro de la cancha, pero será juzgado casi como si lo estuviera. Porque para el técnico el pasado no entra en juego, pero para la gente sí.

Te da margen o te debilita (Por Mariano Faurlin)

El clásico te marca. Para bien o mal. Un triunfo te entrega margen de maniobra, mínimo, hasta el final del torneo. Una derrota te debilita y, según el resultado, hasta te puede sacar del cargo como ha pasado muchas veces. Todos los entrenadores lo saben y así lo aceptan. Hoy le tocará a Lucas Bernardi afrontar este desafío.

El ahora DT conoce todo sobre este partido, al menos en la parte emocional. Cómo se vive la previa, cómo son los días posteriores de acuerdo al resultado. Fue elogiado y criticado. Sintió nervios y ansiedad. Festejó y mordió bronca.

Esa experiencia deberá usarla en su favor. También el hecho de haber sido compañero de sus hoy dirigidos. Tiene que reconocer miradas, gestos, actitudes. Esas con las que se exteriorizan confianza o temores. Y decidir quién está en condiciones de saltar a la cancha.

Como si fuera poco, es indispensable que sepa leer el partido. Newell’s perdió los últimos tres en la pizarra y, lógicamente, en la cancha, donde no supo cambiar para encontrar soluciones.

Algo más que tres puntos (Por Guillermo Ferretti)

Hay partidos que dejan marcas. Y los Clásicos tienen, entre otras, esa característica. Son secuelas indelebles que, de una manera u otra, afectan el ánimo de los equipos de cara a lo que vendrá. En este caso, a lo que falta jugarse del torneo.

Para Central, rescatar un buen resultado esta tarde en cancha de Newell’s, apuntalará la buena campaña que viene realizando el equipo de Coudet en la temporada. Pero además, podría impulsar en lo anímico al equipo en la pelea por el objetivo trazado: ser protagonista del campeonato hasta el final.

Teniendo en cuenta el valor del premio por un triunfo, que está claramente por encima de la suma de tres puntos, flota la sensación de que vale la pena asumir los riesgos del caso.

Y el Chacho es consciente de esa realidad. Por eso, la tarea más compleja para el DT Canalla pasará por despojar de todo tipo de prejuicios a los suyos. Es que, un triunfo esta tarde ante el eterno rival, parece un paso imprescindible a dar por Central para seguir transitando el sendero del protagonismo.

Un examen de posgrado (Por Enrique Genovar)

Ya demostró con creces que se preparó para dirigir en la máxima categoría. Pero hoy tendrá un examen, tal vez, de posgrado: el clásico. Protagonista excluyente en varias batallas ante Newell’s, como futbolista, esta tarde Eduardo Coudet enfrentará a la Lepra, por primera vez como entrenador.

Hasta aquí, no solamente los números le dan la razón; sino que su equipo juega con una forma definida desde el amanecer del campeonato. Una idea que rápidamente pudo inculcar y que se parece bastante a la escuela del buen pie que tuvo Central en décadas pasadas.

Pero, el partido de hoy es diferente. El encuentro de hoy tiene esa distinción innata que lo hace especial por dónde se lo mire. Y no solamente es así para los jugadores, sino que también lo es para los entrenadores.

Coudet está ante la gran chance de aprobar un nuevo examen. Una parada brava y difícil, pero que si la sortea su curriculum como técnico tendrá un nuevo antecedente, un asterisco reservado para pocos…

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