A una semana de la segunda vuelta electoral en Brasil la presidenta Dilma Rousseff, quien busca su reelección como candidata del Partido de los Trabajadores (PT), y Aécio Neves, postulante del Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), tendrán esta noche otro nuevo debate, el anteúltimo, en los estudios del canal Record en San Pablo.
Con la mira puesta en el debate, la presidenta suspendió ayer las actividades que tenía previstas en Río de Janeiro para descansar en Brasilia y reponerse de la baja de presión que sufrió el jueves pasado por la noche, tras el áspero cruce por TV que mantuvo con Neves, pero concedió un extenso reportaje a la revista Carta Capital.
Ahí reiteró que “la diplomacia del PSDB es hablar fuerte con Bolivia y suave con Estados Unidos” y se defendió de los ataques de la oposición por los bajos números de crecimiento y los índices de inflación en su gobierno.
En tanto, Aécio Neves centró su discurso de ayer en cuestiones internas y se comprometió a que, en caso de vencer en la segunda vuelta electoral del próximo 26 de octubre, irá a renegociar la deuda de los estados con la Unión federal, para fomentar las inversiones en infraestructura y en el área social.
La gran novedad fue la foto de anteayer de Neves besando la mano de la ambientalista Marina Silva, quien así señaló una inédita alianza con los conservadores para apoyarlos en el balotaje.
