La ilusión de todo Central Córdoba de pelear por el segundo ascenso se terminó de la peor manera. Berazategui le aplicó un golpe letal en el Norman Lee con el 3-0 que le propinó y además desnudó todas las falencias de un equipo que desde el vamos parecía tenía poco interés de mantener encendida esa llama de esperanza de poder clasificar al reducido.
El Charrúa no creó una situación de riesgo en todo el partido, no dio tres pases seguidos de mitad de cancha para adelante y recién a los 47 minutos del segundo tiempo tuvo una aproximación al arco rival con un pelotazo al área de Damián Ledesma y un cabezazo desviado de Brian Urquiza. Antes, Nahuel Gómez por duplicado y Carlos Siaira habían anotado los tantos del local, que gracias a Córdoba y su pobre actuación, les permite al Naranja llegar con chances a la última jornada. Lo único para rescatar de la tarde ayer en el Matador fue la actuación de su arquero Matías Giroldi, el gran responsable de que el resultado no fuera más abultado.
Queda un último partido simplemente para cumplir con el cronograma y será ante el líder Ituzaingó, el domingo a las 17.10 en el Gabino Sosa, donde el León Verde vendrá a buscar un triunfo que lo clasifique a la próxima instancia, prestando atención también a lo que suceda en el duelo entre San Martín de Burzaco y Berazategui, el otro puntero y el único escolta.
Se terminó el sueño y ahora, aunque falta un cotejo, será momento de comenzar a replantearse lo que será la temporada 2021/22 de la Primera C. Una fuerte autocrítica de todas la partes y que aquellos encargados de tomar decisiones lo hagan sin que les tiemble el pulso. Es que otra pobre actuación en un torneo como la realizada en este, la historia de Central Córdoba, no se puede dar el lujo de repetir.