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El peronismo anti K aún espera a Scioli

Los peronistas no alineados con el gobierno todavía sueñan con que Scioli se convierta en el candidato de la unidad.

“Duhalde sabe que los números no le dan, pero el único que lo puede bajar de su candidatura y unificar al peronismo es Scioli”. La confesión de un caudillo del PJ del litoral revela el escepticismo reinante en el armado electoral del peronismo opositor. Felipe Solá, otro exponente presidencial del sector, sufre la misma incertidumbre y Mario Das Neves, el más cristinista de los disidentes, todavía duda en ir por afuera o por adentro de la conducción del Partido Justicialista heredada por Daniel Scioli luego de la muerte de Néstor Kirchner.

El próximo 20 de este mes, en una fecha sensible que marca el noveno aniversario de la revuelta popular del 2001, Eduardo Duhalde lanzará formalmente su candidatura presidencial en un acto en la Capital Federal.

Sólo estará acompañado por el ala sindical de la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo y las 62 Organizaciones Peronistas de Gerónimo Momo Venegas. El atomizado mapa del PJ antikirchnerista potenciado por la desaparición de Kirchner quedará expuesto en ese acto donde no estarán presentes otros referentes como Alberto Rodríguez Saá, Francisco de Narváez, Solá ni Das Neves.

El factor Scioli parece ser determinante en la estrategia electoral 2011 aún más allá de las fronteras del peronismo. También Mauricio Macri está pendiente de la definición del futuro político del gobernador de Buenos Aires. Una candidatura presidencial de Scioli podría vaciar el tibio apoyo de sectores peronistas al PRO, obligando al jefe de gobierno porteño a buscar su reelección en la Capital Federal y apostar a una convivencia pacífica con el mandatario bonaerense de turno.

En esta marea de especulaciones, Scioli no da pistas sobre sus planes. Se recluye en la gestión provincial y demora las definiciones para el próximo año. Sus exégetas aseguran que no insinuará su vocación presidencial hasta tanto Cristina de Kirchner se autoexcluya de la reelección en 2011.

Ese futuro incierto es el que olfatean los caciques del Peronismo Federal quienes apuestan a que el golpe psicológico, personal y político de la muerte de Kirchner lleve a la presidenta a declinar de un segundo mandato.

“Con el brote inflacionario, la crisis de la ocupación de terrenos, la viudez y la lejanía de su hija Florencia, va a ser difícil que Cristina insista con la reelección”, calculan desde el PJ anti kirchnerista. Y en ese escenario Scioli emergería como el artífice de la unificación.

Solá fue el primero en amagar con un regreso al kirchnerismo tras el fallecimiento del ex presidente. Ese debate estuvo a punto de generar una fractura expuesta en el Peronsimo Federal que se llamó a un incómodo silencio. Con Scioli como principal barrera de contención de Hugo Moyano en el PJ de la provincia de Buenos Aires, no sólo el peronismo disidente sino también el macrismo y hasta el pan-radicalismo esperan por el ex motonauta para diagramar sus campañas electorales de 2011.

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