El interbloque de diputados provinciales del PJ llamó a discutir la necesidad de la reforma de la Constitución santafesina y reactivó un debate que parecía cerrado desde agosto de 2018, cuando el Frente Progresista impulsó el tratamiento del tema y la oposición le cerró la puerta.
Ahora, tras el triunfo de Omar Perotti en las elecciones provinciales y ante el inminente cambio de signo político en la Casa Gris, el panorama cambió y es el propio peronismo el que impulsa la reforma del texto constitucional vigente desde 1962, que prohíbe la reelección del gobernador. Ese ítem, que generó tanto ruido en el intento ensayado el año pasado por el gobernador Miguel Lifschitz, volvió a disparar el debate entre los distintos bloques legislativos.
Desde el socialismo, que actualmente tiene mayoría en la Cámara baja, se oponen a discutir a las apuradas una reforma que solo sirva para darle a Perotti la posibilidad de postularse a un segundo mandato. En cambio, los otros bloques están dispuestos a dar el debate. Las posiciones son opuestas a las de 2018, cuando el Frente Progresista votó a favor de la reforma y la oposición en su conjunto (PJ, Cambiemos, Igualdad y Frente Social y Popular) votó en contra.
Los diputados del PJ proponen votar la ley que declara la necesidad de la reforma durante el actual período, elegir convencionales en la misma fecha de las elecciones intermedias de 2021 y realizar la Convención Reformadora a partir del 1º de marzo de 2022, con un plazo de 120 días con la posibilidad de una prórroga por 60 días más. De esa manera, si se logra la reforma con reelección incluida, Perotti podrá volver a postularse en 2023.
No obstante, el camino para lograr ese objetivo es complejo. Para avanzar, se requiere el voto positivo de los dos tercios la Cámara de Diputados: 34 sobre un total de 50. El apuro en instalar el tema antes de diciembre tiene una explicación: el PJ hoy cuenta con 11 representantes y a partir de diciembre serán apenas siete. Los legisladores que responden a Perotti van a necesitar de un amplio acuerdo político que les permita llegar al número de votos necesario y luego replicar ese acuerdo en el Senado, donde también se necesita una mayoría especial para la sanción definitiva de la ley. En la Cámara alta, el PJ tiene 11 bancas sobre un total de 19; necesita al menos dos votos del Frente Progresista.
Los argumentos
Los diputados del PJ señalaron que “es el momento de sancionar una ley de necesidad de reforma para la actualización de nuestra Constitución”.
En un comunicado difundido ayer invitan “a todas las fuerzas políticas para que se expresen con el objetivo de que los santafesinos podamos vencer los escollos institucionales que han impedido que en 35 años de democracia nos reencontremos para debatir los lineamientos políticos, económicos y sociales que nos regirán en las próximas décadas”.
En el escrito, los diputados del PJ reconocen que en la provincia “existe un alto consenso sobre la necesidad de la reforma de la Constitución” pero advierten a la vez que “a la hora de tomar la decisión los intereses partidarios y sectoriales que lo impiden siempre terminan triunfando”.
“Como dirigentes políticos”, continúan, “tenemos la obligación de despojarnos de mezquindades y entender que reformar la Constitución es mucho más que incorporar en ella cuestiones formales, de simple actualización o la reelección del gobernador. Una constituyente nos posibilitará discutir los lineamientos institucionales, políticos, económicos y sociales que nos habrán de regir en las próximas décadas. Es tiempo de tomar la oportunidad en nuestras manos exigiendo que cada uno de los sectores políticos de la provincia se pronuncien con claridad”.
Distintas posturas
El tema no generó sorpresa ya que se venía negociando por lo bajo en las últimas semanas. Ninguno de los diputados consultados por este diario se opone de lleno a la reforma, aunque sí plantearon algunas dudas sobre el alcance de los cambios y, en particular, sobre la reelección del gobernador.
“Veremos qué margen de consenso puede tener”, señaló un diputado de la UCR con reserva de fuente. Y admitió que las negociaciones por ahora son solo “conversaciones de pasillo”. Una fuente del Frente Progresista indicó que sus colegas del PJ “están contando los votos” y que “si se reúnen esas voluntades es posible tratar el proyecto” antes del recambio de diciembre.
Por su parte, el diputado del Frente Social y Popular, Carlos Del Frade –autor de un proyecto de reforma integral de la Carta Magna–, se mostró a favor de discutir el tema y aclaró que el voto negativo de su bloque el año pasado fue porque “era por la reelección de Lifschitz y nada más”. En diálogo con El Ciudadano, Del Frade postuló que la discusión se haga de cara a la ciudadanía: “No debe ser una jugada de espaldas a la gente”.
En tanto, el socialista Rubén Galassi indicó a LT8 que “en temas tan trascendentes para el presente y el futuro de la provincia, así como también para la ciudadanía, hay que buscar consensos y no atajos. Creo que algunos están pensando más en atajos en vez de buscar un amplio acuerdo que permita que avancemos después de casi 60 años de la última reforma”.
Sobre la reelección del gobernador, Galassi fue tajante: “La Constitución es clarísima. No hay reelección. Perotti fue electo y va a jurar con la actual Constitución que impide la reelección del gobernador, pero este no es el debate de fondo. El debate de fondo es para qué queremos reformar la Constitución. Nosotros como socialistas somos reformistas, pero no somos oportunistas”.
Consulta fallida
El año pasado Omar Perotti propuso una consulta popular para que la ciudadanía se exprese sobre la reforma constitucional. El gobernador Miguel Lifschitz al principio desechó la idea y pidió a sus diputados que lleven el tema a una sesión especial. Se hizo el 29 de agosto del año pasado y el resultado fue negativo: votaron a favor de la reforma 24 legisladores del oficialismo y en contra 25 de la oposición. En diciembre de 2018, Lifschitz firmó un decreto para convocar a una consulta popular el 16 de junio, fecha de las elecciones provinciales, tal como había propuesto Perotti. Pero el 9 de mayo bajó la consulta “para garantizar la transparencia del proceso electoral”.