Lo de “el pescado sin vender” es un dicho que por estos días debería quedar en desuso. Sucede que a partir de la estampida del precio de la carne vacuna la venta de pescado se incrementó durante las últimas semanas “entre un 30 y un 50 por ciento”, según coincidieron desde diferentes pescaderías de la ciudad. Si bien el precio del pescado siempre estuvo por encima del valor de los cortes bovinos más populares, hoy esa tendencia parece revertirse. Los comerciantes del sector destacaron que “un kilo de medallones de merluza es más rendidor que un kilo de carne roja”, lo que supuestamente empuja al consumidor a modificar su dieta y a pensar en recetas a base de carne blanca. Lo que más se vende es el filet de merluza y el pollo de mar. Y quienes no se resignan a guardar la parrilla optan por pescados de río, como la boga, que está casi al mismo precio o apenas por debajo de lo que cuesta una tira de asado.
La pescadería Rosario, en la esquina de Paraguay y Zeballos, exhibe sus ofertas en pizarrones colgados en el frente del local: “Súper surubí de mar a 19,90”; “Atún real a 5,90”. En la vereda también descansa entre hielo un tiburón bebé que no deja de llamar la atención y es retratado por los transeúntes con las camaritas de los teléfonos celulares. “Hemos notado en las últimas tres semanas un repunte en las ventas de alrededor del 50 por ciento”, comentó Marcela Fernández, titular de la pescadería Rosario, donde se ofrece todo tipo de pescados de mar y río, mariscos, además de productos elaborados.
“Mucha gente viene y nos dice que por el aumento de la carne se vuelca al pescado. Si antes comían pescado una vez a la semana, ahora lo hacen tres veces”, relató Fernández. “Si bien el pescado subió, no tanto como la carne, nosotros preferimos no trasladar ese aumento de precio al cliente por respeto”, agregó la mujer, al tiempo que reconoció que este incremento en las ventas se da siempre para Semana Santa y que esta vez se adelantó.
“La gente se lleva mucho el filet de merluza a la marinera o el pollo de mar (16 pesos el kilo). También calamares para hacer con arroz”, indicó la titular de pescadería Rosario. “También eligen mucho pescado para hacer a la parrilla”, acotó.
Germán Rubarth es el dueño de pescadería La Esperanza, ubicada en España 1916. “Las ventas aumentaron en promedio un 50 por ciento. Si bien arrancó la Cuaresma rumbo a la Semana Santa, la mayoría de los que vienen despotrican contra el precio de la carne”, comentó Rubarth, para reconocer luego que lo que más sale en el mostrador es el filet de merluza, “más que nada los medallones o los bastones rebozados”.
“El pescado siempre estuvo más caro que la carne. Después estaban igualados, pero ahora está un poco más barato y la gente, molesta por la suba de precios, consume más. Cuando aumenta la carne, o el pollo, siempre sucede lo mismo”, sostuvo Rubarth ante la consulta de este diario. Cerca del mediodía de ayer, la puerta del local de La Esperanza se abría y se cerraba casi sin cesar ante la notable concurrencia de clientes.
Carlos Di Pietri, titular de la pescadería Santa María –tiene dos locales, uno en 3 de Febrero 240 y otro en San Juan esquina San Nicolás–, coincidió en que las ventas vienen creciendo en las últimas semanas. “El aumento de las ventas es del 30 por ciento, aunque hay que decir que todavía hay mucha gente de vacaciones. Lo que más vendemos es la merluza (sin espina está 22 pesos el kilo), el pollo de mar y el lomito de atún”, indicó.
“Muchos de los que vienen prefieren llevarse pescado cocido. También productos elaborados, como las empanadas. El pescado también subió a partir de enero pasado, y ante la mayor demanda en Semana Santa se estima que suba un poco más. Es decir, que al menos para nosotros el repunte en las ventas no nos representa mayores ganancias, también recortadas por la suba de los servicios y los costos operativos”, señaló Di Pietri.
En la pescadería Mar Azul, en Tucumán esquina Constitución, con amplia trayectoria en el rubro, también se nota un repunte en las ventas desde principios de este mes, que atribuyen al mismo motivo: la suba desmedida del precio de la carne de vaca.
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