Primera al picódromo. La subsecretaria de Movilidad y Seguridad Vial, Mónica Alvarado, se reunió ayer con representantes de la la Asociación Argentina de Volantes (AAV), entidad que conduce el reconocido corredor Juan María Traverso, para analizar el proyecto de reglamentación de la ordenanza 7.092, que instaura en rosario la figura legal de las pistas para competencias de velocidad en tramos cortos. La entidad, que los pilotos de carreras formaron en 1931 originalmente para garantizar la atención de urgencias médicas de los corredores en el caso de accidentes en competencias, revisó junto a funcionarios municipales las direcrices de seguridad que tendrá el circuito, cuya localización quedó a consideración –y se definirá en los próximos días– del Concejo Municipal.
“Toda nuestra experiencia estará a disposición de la Municipalidad de Rosario para trabajar en la concreción de estos proyectos. Nuestras áreas técnicas estarán en calidad de asesoras de la Intendencia”, dijo el secretario general de la AAV, Fernando Croceri, quien participó de la reunión junto al coordinador del área de salud de la Asociación, Daniel Igoillo.
Por su parte, la ingeniera Alvarado marcó que el encuentro sirvió para mostrarles a los pilotos los avances en la reglamentación de la ordenanza, pero sobre todo para contrastar las exigencias con los propios interesados en la materia. “Sumar voces de especialistas en el proceso de reglamentación de medidas de este tipo, nos permite trabajar con mayor amplitud conceptual para lograr una normativa clara, que promueva condiciones seguras para el desarrollo de la competencia y bajo pautas de convivencia que satisfagan a todos los vecinos”, explicó la funcionaria.
Alvarado subrayó la importancia de sumar actores externos y “de reconocido conocimiento” en el ámbito deportivo de las carreras –en este caso a nivel profesional– para establecer las condiciones y requisitos que deberá cumplir el o los picódromos –como circuito amateur– para ser habilitados.
La ordenanza aprobada a finales del año pasado para darle un ámbito adecuado al deporte –y alejarlo de las calles, donde se libran competencias clandestinas– pone como autoridad de aplicación a la Agencia Municipal de Seguridad Vial, y le encomienda la elaboración e implementación de protocolos de seguridad para el picódromo rosarino, atendiendo la reglas del automovilismo deportivo. Precisamente en ese aspecto talla la Asociación Argentina de Volantes, quienes comunicaron su “máxima predisposición” para asistir con “la experiencia” de sus equipos técnicos a los de la Municipalidad, en una prestación de colaboración durante la última etapa del proceso de reglamentación que está en marcha.