En este nuevo escenario de entrenamiento que obliga la pandemia mundial, lo sanitario ha tomado un papel preponderante. Y el plantel profesional de Rosario Central no es la excepción a esta regla. En este sentido, el doctor Hernán Giuria, cabeza visible del cuerpo médico auriazul, ha sido uno de los principales encargados de mantener informados a los jugadores sobre cuidados y riesgos por el coronavirus.
Con futbolistas entrenando en sus hogares, atendiendo a la cuarentena dictada por el Gobierno, Giuria y sus colaboradores están atentos a las consultas médicas de los integrantes del plantel canalla que llegan vía whatsapp o en formato de videollamadas.
—No hay dudas de que esta situación que se vive no favorece a nadie. Pero flota la sensación de que al menos sería positiva para los futbolistas que se estaban recuperando de lesiones y no estaban aptos. ¿Se puede considerar así?
—No, no es positivo para nadie. Ni para el que está competencia dentro del once titular, ni para el que peleaba por ganarse un lugar en el equipo ni para el que se reponía de una lesión. Los que están dejando atrás lesiones, necesitan cumplir con una última etapa de puesta a punto en campo, el periodo de readaptación a las cargas de entrenamiento, que tiene que ver con trabajos físicos-técnicos con gestos específicos del fútbol. Y hoy están imposibilitados de hacerlo.
—Del grupo principal, Federico Martínez se estaba recuperando de una lesión muscular. ¿Tenían algún futbolista más en etapa de rehabilitación?
—Antes de ingresar en esta etapa de cuarentena desde el jueves, después de jugar el partido con Colón, en el plantel contábamos con tres futbolistas que se reponían de lesiones bajo control del área médico kinésica: Federico Martínez, recuperando una lesión muscular en psoas izquierdo; el arquero juvenil Mauricio Maslovsky, que llevaba unos 15 días de una lesión muscular en isquiotibial; y Jerónimo Rodríguez, que cursaba la última etapa de rehabilitación de una cirugía de ligamento cruzado anterior de rodilla que le practicamos hace 7 meses. El resto del plantel estaba a disposición. Los tres jugadores que te mencioné ingresaban en la última etapa de rehabilitación con trabajos en el campo de juego, por lo que esta tarea quedó inconclusa. Hay que tener en cuenta que no todos los jugadores pueden disponer en sus hogares de un gimnasio o un espacio verde para hacer tareas aeróbicas acordes a algunas necesidades puntuales.
—En este tiempo de parate, ¿recibiste consultas médicas de parte de los jugadores?
—Desde nuestro grupo interdisciplinario, integrado por los preparadores físicos, kinesiólogos, nutricionista y el psicólogo, estamos todos en permanente contacto con los jugadores. En lo que tiene que ver con nuestra área médica recibimos algunas consultas. Pero, respecto del coronavirus, ya habíamos tenido charlas informativas al respecto con los jugadores. Desde mediados de febrero que venimos bajándole información al plantel, ya sea en forma personal o grupal. En este sentido, me encargué de tenerlos informados con los comunicados oficiales del tema de los organismos correspondientes, ya sea de la OMS (Organización Mundial de la Salud) o del Ministerio de Salud de Nación o Provincia. O sea que los jugadores siempre tuvieron las recomendaciones pertinentes sobre el tema. Además, el viernes previo al partido ante Colón, tuvimos la posibilidad de organizarle al plantel una charla informativa en Arroyo Seco, donde junto al doctor Tomás Diez (Director Médico del Sanatorio Mapaci, especialista en Clínica Médica y Terapia Intensiva) informamos el estado de situación de la pandemia COVID-19 y también se despejaron las dudas que plantearon los jugadores.
—Entonces, al menos por ahora, nada para preocuparse.
—Es así. En estos días tuvimos algunas consultas. Algunos preguntaron por la fecha de vacunación en la que el plantel recibirá la antigripal estacional, donde el Ministerio de Salud de la Nación adelanto el calendario anual de vacunación, estimando que llegaran las partidas para fin de marzo. También alguna consulta sobre ejercicios de los que figuran en el protocolo de rehabilitación o si podían tomar ibuprofeno ya que sobre este tema circuló algo de información errónea. Por suerte estamos conectados y tienen mucha información del tema. Lo que está claro es que, a partir de las últimas recomendaciones, nosotros no escapamos a las generales de la población. Por lo tanto, ni los ki-nesiólogos ni yo podemos estar en contacto con los jugadores, esos futbolistas que se reponen de lesiones nos hacen su consulta ya sea por whatsapp o videollamada, donde realizamos los seguimientos.
—Desde el lugar que te toca, ¿cómo hacés para generar alta concientización de cuidado en el plantel?
—Tratando de dar la mejor información. Desde hace un buen tiempo que nos encargamos de contarles a los jugadores de qué se trata el coronavirus. Yo soy traumatólogo, médico del deporte, no soy infectólogo. Ellos son los especialistas para este tipo de situaciones y, lógicamente, son mi fuente habitual de consulta. Ellos me bajan la información precisa. El resto llega a partir de los protocolos de organismos oficiales. Creo que, no sólo para los jugadores, sino también para la población general, es importante informar tratando de evitar que se genere pánico. Y para ello hay que entregar la información correcta, y en ese punto creo que ustedes los periodistas juegan un rol fundamental. La gente está angustiada y preocupada con esta compleja situación, y consultan permanentemente las noticias para estar al tanto. Por eso creo que hay que tener mucho cuidado con el manejo de la información, y en eso apelo a la responsabilidad de los comunicadores.
—Por ahora, lo más complejo es esto de que los futbolistas no podrán entrenar en campo durante este tiempo de cuarentena.
—El futbolista se entrena mayormente en el campo con la pelota y en acciones específica de juego físico-técnicas; sin poder llevar a cabo esas tareas, no hay manera de sostener las cualidades principales. Los ejercicios que se pueden llevar a cabo en este momento son de fuerza muscular, movilidad articular, flexibilidad y bicicleta fija para mantener la condición aeróbica, pero el resto de los trabajos están muy limitados. Las de campo, son tareas irreproducibles en las casa para los jugadores y esas cualidades físicas se irán perdiendo con el paso de los días en forma progresiva ya que, según el principio de reversibilidad, lo que tardamos en adaptar-entrenar en 6 semanas, se pierde en 3. De ahí que cuanto más tiempo estén ahora fuera de los campos de entrenamiento, más tiempo necesitaran luego para readaptarse a las cargas habituales y no tener riesgo de lesiones.