El policía Luis Chocobar, quien en diciembre de 2017 mató a balazos por la espalda a un ladrón que había apuñalado a un turista en el barrio porteño de La Boca, será sometido a juicio oral y público por el delito de “homicidio agravado”, informó este lunes el abogado defensor Fernando Soto.
El letrado explicó a Télam que esta mañana el juez Nacional de Menores Cristian Axel von Leers cerró la etapa de instrucción de la causa y elevó la causa a juicio, por lo que en las próximas horas se sorteará el tribunal que llevará a cabo el debate.
Chocobar será juzgado por el delito de “homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber” en perjuicio de Juan Pablo Kukoc (18), el cual contempla una pena máxima de 5 años de prisión.
A su vez, el mismo tribunal que resulte sorteado va a someter a juicio al presunto cómplice de Kukoc, quien al momento del hecho era menor de edad y que está detenido por “tentativa de homicidio criminis causa”.
“La presencia del exceso se traduce en la desproporción del medio utilizado porque, si bien se extralimitó, quedó más que probado que su fin en modo alguno era quitarle la vida a Kukoc”, indicó el fiscal Marcelo Martínez Burgos en su dictamen que elevó al juez a fines de enero pasado.
En esa resolución, a la que Télam accedió, el fiscal cerró la etapa de instrucción y pidió la elevación a juicio, a lo que el defensor Soto no se opuso aunque sí solicitó al magistrado que antes se realicen dos peritajes: uno sobre el arma blanca de Kukoc y la reconstrucción del hecho.
Sin embargo, el juez rechazó el pedido al sostener que son medidas “extemporáneas” y resolvió que esas mismas sean requeridas ante el tribunal que resulte sorteado, por lo que Soto no descartó que se abra una etapa de instrucción suplementaria previo al debate.
“Pediré su absolución en el juicio oral porque Chocobar cumplió con su deber”, aseguró el abogado a Télam y contó que su defendido “está con toda la angustia del caso” y con “la lógica preocupación de una persona que debe afrontar un proceso penal como éste”.
El hecho que se ventilará en el debate ocurrió el 8 de diciembre de 2017, cuando el fotógrafo estadounidense Frank Wolek (55) caminaba por La Boca y poco antes de llegar a la calle Caminito, en Olavarría y Garibaldi, fue interceptado por dos asaltantes que le robaron su cámara y uno de ellos lo apuñaló una decena de veces en el pecho y lo dejó gravemente herido.
Ambos ladrones salieron corriendo, pero mientras uno logró escapar, el otro, luego identificado como Kukoc, fue interceptado a tres cuadras por dos transeúntes que habían visto el ataque y lo retuvieron en el piso.
Poco después, llegó al lugar Chocobar, efectivo de la Policía Local de Avellaneda, quien se identificó y, según declaró después, le disparó al delincuente porque pensó que iba a sacar un arma.
Kukoc murió por la gravedad de las heridas, en tanto que el otro asaltante fue detenido, al igual que Chocobar, aunque éste fue excarcelado días después.
En enero de 2018, el juez de Menores Luis Velázquez procesó al efectivo por «homicidio agravado por uso de arma y en exceso de la legítima defensa» y le trabó un embargo de 400.000 pesos sobre sus bienes.
Cuando se conoció esa medida, el policía recibió el apoyo del presidente Mauricio Macri, quien incluso lo invitó a la Casa Rosada, y del jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad de a Nación, Patricia Bullrich; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Luego, llegó la confirmación de la Cámara del Crimen, que modificó la carátula a «homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber», mientras que la Cámara Nacional de Casación Penal también rechazó por «inadmisible» un recurso y los abogados decidieron recurrir en queja a la Corte Suprema.
El 30 de octubre, el máximo tribunal desestimó un recurso de queja presentado por la defensa del policía, por lo que quedó firme su procesamiento.
No obstante, un nuevo peritaje que se conoció el 5 de noviembre podría beneficiar a Chocobar ya que reveló que la bala que mató al ladrón primero rebotó en el asfalto, lo que sería indicativo de que no tiró a matar.