Policiales

Intento de femicidio

El policía que baleó a su ex en Agronomía le había enviado una foto con balas en forma de corazón

“Son todas para vos si me llegás a engañar”, decía el intimidante mensaje que recibió la víctima antes del ataque en el que tanto ella como otros dos agentes de la Federal, su propia fuerza, resultaron heridos


Una foto de balas colocadas en forma de corazón acompañada del mensaje: “Son todas para vos, si me llegás a engañar”, fueron los chats que el policía federal detenido este martes por herir a balazos a su ex pareja y a otros dos aspirantes de la misma fuerza, le envió a ella antes de dispararle, al atacarla en el barrio porteño de Agronomía, según determinaron los investigadores tras un análisis del teléfono celular del agresor.

Fuentes judiciales aseguraron que el mensaje fue enviado a las 13.15 de este martes a través de Whatsapp, desde el teléfono de Sebastián Bargas Orellana, de 26 años, a su ex pareja Camila Soledad Juárez, de la misma edad, quien unas horas después recibió un disparo en el abdomen y otro en el muslo, en la intersección de las avenidas Nazca y Beiró de la ciudad de Buenos Aires.

Según los voceros, el ataque contra la mujer ocurrió cuando bajaba de un taxi junto a otros tres compañeros en el Curso de Formación Profesional Básica para Agente de la Policía Federal.

Tras el ataque, Bargas Orellana, quien presta servicios en la Sección Despliegue Barrial I de la Federal, fue detenido y quedó imputado por el hecho, a la espera de ser indagado en la causa.

Respecto del estado de salud de Juárez, los voceros afirmaron que hasta la tarde de este miércoles se encontraba internada en “estado reservado”, en el Hospital Policial Churruca Visca, donde fue trasladada luego de ser intervenida de urgencia en el Zubizarreta.

A raíz del ataque, también resultaron heridos dos de los compañeros de Juárez: Cintia Roxana Santa Cruz de 30 años y Ulises Javier González Dos Santos, de 29.

Las fuentes precisaron que Santa Cruz sufrió al menos una herida en el abdomen y se encontraba internada en el Churruca.

Mientras tanto, González Dos Santos, quien resultó herido en la zona abdominal y tórax, permanece estable en el Hospital Tornú.

A su vez, un cuarto aspirante que viajaba en el mismo vehículo resultó ileso y estaba citado a declarar como testigo ante los investigadores policiales porteños.

Por su parte, el policía federal detenido irá a indagatoria este jueves, tras quedar imputado provisoriamente por el delito de “homicidio triplemente agravado en grado de tentativa”.

Interviene en la causa el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 5, a cargo del magistrado Manuel de Campo, quien ordenó el relevamiento de las cámaras de seguridad del lugar del hecho y el peritaje de los teléfonos celulares del acusado y de las víctimas.

Según la hipótesis de los pesquisas, Bargas Orellano, al ver que Juárez se tomaba de la mano con uno de sus compañeros, extrajo su pistola reglamentaria y comenzó a dispararles.

“Mirá lo que me hiciste hacer”, fue lo que el acusado manifestó tras gatillar, de acuerdo a lo señalado por los testigos del lugar.

Al respecto, Miguel, un empleado de un comercio de venta de colchones y sommiers ubicado de la mano de enfrente a la esquina en la que se produjeron los disparos, contó al canal de noticias C5N que el tirador ya se encontraba esperando a las víctimas en el lugar.

“Esperó que el taxi frene y abra la puerta. De repente saca un arma y empieza a tirar, les tira a las dos mujeres adentro del taxi y a uno de los hombres de adentro”, relató Miguel, y añadió que escuchó de “seis a nueve disparos, por lo menos”.

A su vez, el testigo señaló que luego de los balazos, una de las mujeres quedó tendida en el interior de la concesionaria de motos ubicada a pocos metros de la esquina, y la otra escapó a la carrera en dirección opuesta.

“Había tres heridos. Una de las mujeres sale, y a los 50 metros se cae por la bala que le impactó. La otra mujer también hace 50 metros y se cae. El hombre herido quedó dentro del taxi y el conductor lo llevó al hospital”, recordó el comerciante, que refirió que uno de los tiros impactó arriba de su local.

En cuanto a la actitud del tirador luego del ataque, Miguel señalo que “se levantó la camisa“, “mostró la placa de policía” y “desenfundó el arma y la puso en la vereda”.

“Estaba re-tranquilo. Como si nada, dejó todo ahí, y se acostó en la vereda; como que estaba consumado lo que hizo y se quedó acostado, esperando”, concluyó Miguel.

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