Mago, actor, clown, humorista, músico. Agustín Aristarán reparte su tiempo entre el teatro, la televisión, Instagram, recitales y hasta el cine. Su humor y su frescura se ve plasmada en cada cosa que hace, todo parece ser un juego, un momento de disfrute acompañado por un largo recorrido tanto de escenarios como de formación. Mucho antes de ser Rada (como es conocido popularmente) el pequeño Agustín daba sus primeros pasos en el arte en la Baby Jazz Band de Bahía Blanca, donde nació. “Éramos niños que tocábamos jazz. Muy raro”, dijo entre risas y recordó: “En vez de ir a jugar a la pelota íbamos a tocar jazz. Tocábamos en festivales, en teatros. Después apareció la magia en mi vida y decidí ir para ese lado”, apuntó en una entrevista con El Ciudadano a pocos días de volver a la ciudad (este viernes) para mostrar su primer disco Dada, una especie de regreso a esos orígenes artísticos que comparte con la banda The Colibriquis.
“La música siempre estuvo”, reconoce y se define como una persona “muy musical” aunque su carrera había tomado otro rumbo: “En un momento surgió la necesidad, el deseo y a veces pienso que el capricho de volver a la música. La verdad es que me hace muy feliz, estoy muy contento y agradecido de todo lo que está pasando con la banda”, agregó quien a la hora de hablar de la situación actual del país lanzó sin vueltas: “La veo como el culo”. Y agregó: “Hoy a los teatros y a las movidas culturales les está costando mucho porque la gente no tiene para morfar entonces imagínate si va a tener para comprar una entrada”.
Con la mente abierta
Rada es un artista inclasificable, siempre con algún nuevo proyecto entre manos. Lo mismo pasa con su música. “Como todas las cosas que armo las voy haciendo, van surgiendo y no me pongo trabas. Esta no es una banda de rock, de reggae o de ska, es lo que nos gusta hacer. En la comedia me pasa lo mismo voy superponiendo varias cosas al mismo tiempo, en el stand up también, en la magia me pasó que nunca fui un mago clásico. Pasa eso, y de esa manera voy armando todo. Hasta Radahouse, el programa que hago en mi casa, que no es ni un programa de tele, ni uno de Youtube, lo voy armando, siempre rodeándome de gente que sepa mucho”, confesó.
De Xuxa a Simba
Para su debut discográfico Rada eligió editar Dada, un disco con tintes rock, funk y hasta hip hop que salió a la venta el año pasado con letras directas y muy graciosas. Según confesó el cantante el título del material es una especie de homenaje al Dadaísmo pero también tiene que ver con que “dada” son las primeras letras que conjuga el ser humano aprendiendo a hablar. “Son las primeras palabras de un ser humano y éste es el primer disco en el que queríamos mostrar lo que hacemos y ver qué pasaba con eso”, dijo al tiempo que lo definió como un material “ecléctico, sincero y potente”.
El recorrido por Dada empieza con “Cara de culo”, sigue con “No quiero ser Simba”, “La farolera” y “Fan de Xu”. Las letras parecen rememorar la infancia de este artista de 35 años que escribe cuando le aparece algún recuerdo o una idea: “Componemos con Charly Palermo que es el bajista de la banda. Las letras van surgiendo, los procesos creativos son raros, suceden”. Pero ¿de verdad estaba enamorado de Xuxa como dice la canción? ¿Cuánto de realidad y cuánto de ficción hay en las letras?. “Hay una realidad distorsionada. Me copaba Xuxa pero no era fan. Tampoco soy fan del Rey León ni de las Tortugas Ninja, no soy fan de nada en realidad. No es una postura, simplemente no soy fanático. Tal vez es porque no me gusta mucho el fútbol y ese concepto de defender los colores nunca estuvo en mi familia”, analizó.
Cabeza a cabeza con Abel
Repasando el recorrido de Dada, un disco que cuenta con más de dos millones y medio de reproducciones en las plataformas online y cuyas presentaciones agotan localidades, surge la nominación a los Premios Carlos Gardel a la música como mejor álbum artista masculino de pop. “¡Cualquiera!”, lanza entre risas Rada. “Es muy loco. Estoy muy agradecido. ¡Estoy nominado con Abel Pintos!”, agregó.
“Cuando me enteré le escribí a Abel, tenemos buena onda, y le dije: «Abel, yo ya gané». Es un músico del carajo y yo estoy jugando a esto. Nunca hice nada por los premios pero está esto y no deja de ser un reconocimiento, más siendo independientes, no tenemos sello, lo hicimos nosotros. Lo hicimos sin pensar en qué iba a pasar”, contó quien adelantó que después de las vacaciones de invierno en las que será El Gran Visir en la obra Aladín, será genial que protagonizan Fernando Dente, Julieta Nair Calvo y Darío Barassi, entre otros; volverá a Rosario con su espectáculo Serendipia
Las críticas en las redes
Con 1,2 millón de seguidores en Instagram, Rada es un influyente instagramer. En esa faceta opinó sobre los famosos haters, el odio en las redes. “Es un problema del hater no mío”, lanzó y explicó: “La verdad es que me da risa, pero no por una cuestión de que no me afecte, no me gusta que me critiquen, a nadie le gusta, pero el hater, el que bardea por bardear tiene un problemón en su vida que tiene que resolver. Cuando hay una crítica constructiva y me hace reflexionar, freno y veo si tiene razón, recibo siempre muy bien las críticas pero si es bardeada, arréglate con tu mundo”, aseguró al tiempo que aclaró que es un tema que habla mucho con su hija Bianca quien en los últimos meses también comenzó a subir materiales a las redes. “Tenemos conversaciones diarias. Trato de advertirle a lo que se va a exponer cuando sube algo a las redes. Estoy ahí como un soldado cuidándola la espalda porque yo lo tengo resuelto porque tengo 35 años, pero Bianca tiene 13. Si bien ella se crío al lado mío viendo lo que pasa a veces me llama y me dice: «Mirá lo que me dice este o porque me dice esto». Yo le digo que no le deben haber comprado el Playmobil de chico y se quedó mal”, concluyó entre risas.
Para agendar
Soy Rada & The Colibriquis presentarán su primer disco titulado Dada este viernes, a partir de las 21, en la Sala de las Artes de Suipacha y Güemes
