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El portal a una dimensión a la que todos querían volver

Enérgico e irónico, al frente de su gira “The Twilight Zone”, el legendario Charly García tocó por más de dos horas en Club Brown, en el marco de un show que tuvo la impronta de un encuentro de amigos al que no le faltó empatía, risas, charla y buena música.

Charly, papas fritas y Popotitos

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Por Daniela Barreiro / Fotos de Ignacio Petunchi

“Acaban de ingresar a la dimensión desconocida”, rezaba la gran pantalla de leds ubicada detrás del escenario poco después de que las luces se apagaran y los presentes terminaran de ubicarse. Promediaban las 22 del miércoles y la espera terminaba: después de meses de venta de entradas y una reprogramación de una semana, Charly García estaba por subir al escenario del rosarino Club Brown ante poco más de 2 mil fanáticos.
La escenografía vintage con un sillón en uno de los lados, libros y un gran reloj antiguo en el centro, no podía anunciar lo que pasaría. Lejos de sentarse a descansar, leer o acomodarse en el piano durante largo rato, Charly recorrió el escenario, saltó, bromeó y mostró que aún tiene energía para rato.
Para la parada rosarina de esta gira titulada The Twilight Zone, en homenaje a la famosa serie de ciencia ficción y terror conocida en la Argentina como La dimensión desconocida, el astro eligió ponerse un vestido largo, de riguroso negro, un saco de traje y un sombrero. Esa fue la primera sorpresa de la noche y lo que vaticinó que los rosarinos iban a volver a ver a un Charly más descontracturado, con algunos kilos menos que en su última visita, más plantado en el escenario y más irónico, un poco más cercano a sus épocas de esplendor de lo que se pudo ver en sus últimas presentaciones.
El repertorio elegido no sorprendió pero se sostuvo en la elección de esos grandes clásicos de todos los tiempos que se sucedieron, imparables y sin nostalgia, sin espacio para recordar lo que fue sino vivos, ahí, presentes entre el público y reafirmándose entre los que eligieron la centrodelatera para poguear, levantar banderas y corear todos los temas.

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Pudieron verse varias generaciones compartiendo el espacio y el amor por Charly; algunos optaron por la delantera y el apretujón de la masa saltando, y otros, atrás o en los costados, cantando y aplaudiendo, más tranquilos, pero en todos se notó el disfrute de un show en el que sonaron “El amor espera”, “Rock and roll yo”, “Promesas sobre el bidet” y “Demoliendo hoteles”, además del infaltable “Los Dinosaurios” en el que Charly gritó un sentido “¡ya desaparecieron!” ante la ovación de los presentes.
Entre tema y tema, y mientras corría entre las teclas dispuestas para él, el compositor no dudó en hablar con el público, con afirmaciones que por algunos momentos visitaban una ironía de la que nadie se quedó afuera y que por otros momentos rozaban la incoherencia. “Los del gobierno son fenómenos, y los otros también, nada más que son unos pelotudos que no ganaron”, se le escuchó decir en un momento, e incluso entre historias, afirmaciones y sin obviar que estaba en Rosario, tomó a Fito Páez como blanco de sus bromas cuando se preguntó: “¿Qué me dicen de Fito?, toca para el gobierno y cobra”; o cuando ante los halagos del público respondió entre risas: “Después de Fito Páez, a los rosarinos no les creo nada”.
“Anhedonia”, la hermosa “Instituciones” y la inolvidable “Popotitos”, que puso a bailar a todos, fueron de la partida en una noche en la que también hubo tiempo para los homenajes: “¡Ay Carlitos!, me decía una amiga que extraño mucho. Hoy encontré un DVD que quiero poner acá”, dijo Charly mientras en la pantalla comenzaban a correr las imágenes de un show en el que él interpretaba “Cuchillos” junto a la entrañable Mercedes Sosa.
Esta vez las ovaciones fueron repartidas ya que muchos fueron los gritos y aplausos que se ganaron los ya históricos Carlos “Negro” García López y Fernando Samalea, quien además de llevar la percusión y el bandoneón hizo sonar, como ya pudo verse en otras oportunidades, dos maniquíes con sus palillos. De la mezcla de talentos que integran la banda The Prostitution también se destacó la presencia de una tranquila y afectiva Rosario Ortega en los coros.
Con la interpretación de una sorprendente versión de “Piano bar” y la infaltable “Eiti Leda”, Charly empezó a despedirse y ante la negativa de los presentes, que no lo querían ver partir, vociferó: “Bueno, cántense una más y nos vamos”, y dio paso a uno de los momentos más hermosos de la noche. El público comenzó a entonar a capela “Inconsciente colectivo” ante la escucha de los músicos que, esta vez, fueron los encargados de aplaudir.
Y al final se fueron, para retornar en un bis que, con la interpretación de “20 trajes de lágrimas” y “Rezo por vos”, entre otras, coronaron un encuentro entre amigos al que no le faltó empatía, risas, charla y sobre todo, muy buena música.

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Al Colón en dos notas

Si bien aún no hay confirmaciones oficiales, los rumores son muy fuertes: Charly García tocaría en el teatro Colón en el mes de septiembre, con dos funciones cuya primera entrega estaría prevista para el 23. Según trascendió, el músico está, hace un tiempo, preparando un espectáculo especial para el Colón que llevará a cabo junto a su banda The Prostitution, una orquesta dirigida por Alejandro Terán, y que se titulará Líneas paralelas. “Las líneas paralelas, por supuesto, nunca se tocan pero visualmente sí las vemos tocarse. Inspiradas en este fenómeno visual, las armonías que estoy haciendo tienen dos notas, son esas dos líneas paralelas. Y aunque todavía no tengo el final, supongo que todo terminará en una nota”, había adelantado el año pasado al diario El Día de La Plata. Sólo queda esperar la confirmación y más datos sobre esta velada que se prevé como imperdible.