La novela sobre el futuro de Lionel Messi está lejos de definirse. El rosarino ya tiene decidido dejar Barcelona y no se presentó a hacerse el hisopado en la ciudad deportiva, pero el club catalán no se resigna y, con el aval de la Liga, considera que para irse debe pagar la cláusula de salida de 700 millones de euros.
En medio del tire y afloje, los poderosos de bolsillo de Europa esperan agazapados. Manchester City, París Saint Germain e Inter preparan las billeteras, aunque por el fair play financiero, les será complicado poner en la mesa los 700 millones que pretende Barcelona.
Lejos del ruido europeo, en Argentina la movida leprosa también se hace escuchar. Y por si no hubiera sido poco con la movilización de hinchas al Monumento de la semana y los pedidos interminables en redes sociales, ahora se sumó Alberto Fernández. Sí, el propio presidente de la República le pidió a Messi que juegue en Argentina, y sugirió que lo haga en Newell’s.
“Lionel, vos estás en el corazón de todos nosotros y nunca pudimos verte jugar en nuestra tierra, danos el gusto de terminar tu carrera en Newell’s Old Boys, que es tu club. Si Messi no termina su carrera en Barcelona, debe hacerlo en Newell’s”, sorprendió el presidente en el programa Sobredosis de TV, en C5N.
Y siguió: “También espero que vuelva Bielsa. Newell’s es una gran cantera de grandes jugadores. Ahora espero que no se enojen los de (Rosario) Central, pero los hinchas de Argentinos Juniors tenemos un cariño especial por Newell’s, que es una gran cantera de jugadores y Messi es uno de ellos. Hay hinchas que disfrutamos de ver jugar bien al fútbol, los de Argentinos y los de Newell’s somos así”.
Obviamente las palabras del Jefe de Estado hicieron ruido. Y desde la medianoche del sábado los hinchas leprosos se hicieron eco de este pedido presidencial, como si hubiera sido un envión anímico para imaginar que la llegada de Messi a Newell’s es posible ahora, aunque la realidad indique que es casi imposible.
“Cada vez tengo más claro que en Europa, Barcelona va a ser mi único lugar. Siempre dije que tengo ganas de jugar algún día en el fútbol argentino. No sé si se dará, pero lo tengo en mente. Sería Newell’s, nada más. Me gustaría vivir eso al menos seis meses, pero uno nunca sabe lo que va a pasar”, había dicho Messi allá por 2018.
Y mucho más cercano, este mismo año, en una nota con TyC Sports reiteró esa idea. “Tengo el sueño de poder jugar en Newell’s, pero no sé realmente si se va a dar. Hoy tengo una familia y está por delante de mi deseo”, confió.
Lo cierto es que su decisión de salir de Barcelona parece irreversible, y al no presentarse a los test de Covid-19 dejó en claro su postura. El crack rosarino estaba citado a la Ciudad Deportiva junto a Luis Suárez, y sólo pareció el uruguayo. Los abogados del argentino ya le habían manifestado a los directivos catalanes que Lionel se consideraba jugar libre por haber hecho uso de la cláusula de rescisión, aunque en Barcelona consideran que estuvo ejecutada fuera de plazo.
Es más, el club blugrana se puso firme, y además recibió el respaldo de la Liga, que en un comunicado de prensa aseguró que “no habilitarán su trámite de transferencia si no abona la cláusula de rescisión, de 700 millones de euros”.
El martes 25, la directiva del Barcelona recibió el burofax de su máxima estrella en el que afirmaba que hacía uso de la cláusula que le permitía salir unilateralmente al final de la temporada. Pero el club respondió a Messi que esa cláusula de libertad había vencido el 10 de junio y que tenía contrato en vigor hasta 2021, con una cláusula de rescisión de 700 millones de euros.
Desde el entorno del rosarino aseguran que si es necesario recurrirán a Fifa para pedir el transfer, aunque en este caso el club que lo contrate deberá asumir el riesgo de un pleito con el Barcelona que podría ser millonario.
El presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, había ofrecido su renuncia a cambio de que Messi dijera públicamente que él era el problema, pero el crack rosarino no habló, cansado de promesas incumplidas por el propio Bartomeu. Incluso en España muchos medios aseguran que este movida del mandamás culé es una forma de pasarle la culpa a Messi si se va.
Por ahora se habla de una reunión entre los directivos y Jorge Messi, posiblemente el miércoles. El padre dee Lionel estaba en Rosario y este fin de semana viajó a Barcelona para negociar de manera personal con el Barsa, y posiblemente con otros clubes interesados.
Y en medio de esta novela, que pinta interminable, en el Parque los hinchas leprosos siguen ilusionados. Y por si fuera poco, ahora tienen el apoyo del presidente Alberto Fernández.