Por Héctor M. Galiano / zonacriticaonline.com
Los abogados de Luis Spahn no pudieron revertir en los últimos días con planteos judiciales la situación de su pupilo. El presidente de Unión designó en la audiencia imputativa del pasado 29 de diciembre a tres abogados para su patrocinio, los doctores Aníbal Porri, Federico Acosta y Carlos Varela. Ellos deberán dar vuelta un proceso de acusación que parece estar muy firme, aunque difícilmente se resuelva en los próximos meses, donde el presidente de Unión se juega la carta de reelección una vez más, mientras sigue con sus empresas y con 61 años cumplidos recientemente.
La fiscal Mariela Jiménez lo acusó de violar los deberes a su cargo y hacer uso abusivo de los poderes y autoridad y defraudar al club, perjudicando sus intereses y administración y el cuidado de los bienes que se le confiaran con el objeto de causarle daños y/u obtener un lucro indebido mediante maniobras bien típicas.
Para la Fiscalía, Spahn actuó mientras fue presidente en el período que va desde el 24 de julio de 2009 al 11 de septiembre de 2019 con la colaboración de Jorge Ciceri –quien fuera tesorero–, Marcelo Piazza –como Vicepresidente entre junio de 2013 y junio de 2016–, Edgardo Zin –como vicepresidente desde junio de 2016–, Amílcar Cecotti –como secretario– desde junio de 2016 y Agustina Rubbera, como contadora del club entre julio de 2009 y septiembre de 2019.
En el reproche penal se acusó a Spahn de haber reclamado al Club Atlético Unión el 28 de agosto de 2019, en la Asamblea General Extraordinaria –la que fue convocada a requerimiento de la Inspección General de Personas Jurídicas– la suma de cinco millones quinientos cincuenta mil setenta y tres dólares (u$s 5.550.073) a fecha de cierre de ejercicio, el 30 de junio de 2018, en concepto de aportes efectuados al Club por él y su familia.
Pero esa suma es distinta a la que informó en la misma Asamblea el tesorero Ciceri, quien dijo que en total esa deuda es de casi 41 millones de pesos y que no se encontraba en su totalidad acreditada con documentación respaldatoria, dice la fiscal.
Se destacó además como prueba que, de los Estados Contables del Club aprobados por Asamblea Ordinaria, con informe de la Comisión Revisora de Cuentas y con certificación de auditor externo matriculado, no surgen deudas financieras en moneda extranjera, ni tampoco notas complementarias que hagan referencia a deuda alguna en dólares, agrega.
De ser así, sostiene la fiscalía, debería haber contabilizado a fecha de cierre de ejercicio como deuda en moneda extranjera por aplicación de la Resolución Técnica 17 de la Federación de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas, que supondría un grave perjuicio económico al Club, ya que el patrimonio neto pasaría a ser negativo debido al incremento en el pasivo.
Por ejemplo, si se toma en cuenta el tipo de cambio oficial según cotización del Banco Nación a la fecha de cierre del ejercicio el cálculo es el siguiente: u$s 5.550.073 x $29,65 = $164.559.664,45. Este monto en pesos de la deuda que dijo que el club tenía con él y su familia hubiera incrementado su patrimonio en 123 millones de pesos y, teniendo en cuenta que el patrimonio neto del club al cierre del ejercicio de junio de 2018 el club tenía poco más de 40 millones, su patrimonio debería haber pasado a negativo en 80 millones, añade.
Sphan, según la pericia del contador del Poder Judicial, consintió o autorizó a la contadora Rubbera a registrar en asientos contables en 2015 bajo la denominación “Minuta Compensación de Aportes con Plateas” por el que se efectuó una compensación de deudas en moneda extranjera por un pasivo en especie al debitarse las cuentas “Proveedores en Moneda Extranjera” y “Luis Sphan y otros”. Este tipo de maniobras permitieron un año después beneficiar a Paula Spahn, Francisco Sphan (sus hijos) y Horacio Sphan (hermano), sostiene.
Para el perito no puede transferirse un derecho distinto al que se posee. La cesión realizada a nombre de los familiares del presidente –pretenso acreedor– validaron un acuerdo tácito entre Spahn como acreedor del club y como presidente de la entidad. El estatuto en su artículo 9 prohíbe este tipo de maniobras a la Comisión Directiva, siendo la Asamblea la que puede autorizarlo.
Como una libreta de almacén
Para la investigación judicial Spahn autorizó la registración indebida en las cuentas tatengues de aportes suyos o de su familia o incluso su empresa, carentes de comprobantes, contratos, registros o cualquier otro tipo de documentación respaldatoria de la totalidad de los aportes efectuados.
Se hallaron 307 recibos con membrete CAU sin numeración y firmados por Jorge Ciceri, en su condición de tesorero del club. Discriminados, fueron hallados 186 a nombre de Luis Sphan, 68 a nombre de Francisco Sphan, 52 a nombre de Paula (de los cuales 25 son duplicados en montos aunque difiere el concepto de los mismos), dice la acusación.
Entre junio de 2012 y agosto de 2015 Spahn firmó en su condición de presidente de la firma Celestino Sphan SA recibos en formularios del Club Unión, a sabiendas de que los mismos fueron realizados con posterioridad a la fecha asentada en los mismos y que fueron confeccionados conforme instrucciones brindadas por la contadora Laura Brasca, quien es personal contratado de la firma Celestino Spahn SA, a la contadora Agostina Rubbera, quien se desempeña como empleada en el área contable de Unión, asegura la fiscal Jiménez.
Sin que mediare aprobación de la Comisión Directiva u otros órganos estatutarios, el presidente de Unión pagó desde cuentas suyas o de Celestino, sueldos y premios a jugadores de fútbol por casi 40 millones de pesos entre enero de 2010 y mayo de 2018; sueldos a jugadores de básquet por poco más de 2 millones de pesos entre junio de 2014 y mayo de 2018; compras, préstamos de jugadores de fútbol y comisiones a representantes por la suma aproximada de 7 millones de pesos, entre enero de 2010 y abril de 2017; pago de hoteles por casi 2 millones de pesos, entre febrero de 2010 y abril de 2018, y pagos a inmobiliarias por alquileres de casas para jugadores por casi 1 millón de pesos, entre abril de 2010 y junio de 2017, detalla la imputación.
Para la Fiscalía Spahn consintió, ordenó y/o autorizó el 27 de julio de 2017 el ingreso de $3.182.000,00 en las cuentas bancarias de la empresa “Celestino Spahn SA”, resultado de la venta del jugador Enrique Triverio al fútbol mexicano, operación que se efectuó a través de Luis Grillo, representante del jugador. El perjuicio que le causó al club, por supuesto, no tuvo autorización de la Comisión ni de la Asamblea, añade.
En otro punto se destaca que Spahn retiró en varias ocasiones dinero del club sin que nadie lo autorice. Incluso, en forma contraria a como lo autorizó la Asamblea Extraordinaria de socios del 22 de diciembre de 2014 que estableció la forma de devolución para él o su familia. Por ejemplo:
– El punto 1, “para que el aporte se reintegre mediante la cesión de plateas, bingos, publicidad, hasta un máximo del 8% de los ingresos anuales del Club, tomando como base el ejercicio inmediato anterior”.
– El punto 2, “para que los aportes se reintegren en valor dólar con los ingresos provenientes de la venta de jugadores acorde a la cotización al momento del aporte y teniendo como límite máximo el 35% del ingreso neto, libre de todo gasto que perciba el Club”.
De acuerdo con la pericia, los montos que fueron devueltos no cumplían los requisitos establecidos en el estatuto y lo decidido en la Asamblea, perjudicando notablemente al club. En total detectaron por esta vía $3.196.000. Algunas de las operaciones fueron:
-$1.700.000 en enero de 2015 por la venta de Diego Barisone.
-$286.000 en febrero de 2015 por el préstamo de Braian Aleman.
-$30.000 en marzo de 2015 por la venta de Víctor Ignacio Malcorra.
-$525.000 en octubre de 2016 por la venta al futbol ecuatoriano de Braian Aleman.
Esa especial manera de no justificar nada
Unión y Sphan recibieron en mayo de 2017 dos cheques del Estado santafesino por un monto de $ 2.500.000 en concepto de subsidios otorgados por el Ministerio de Gestión Pública de Santa Fe, mediante decreto 1357/17, en el marco de la “Copa Provincia de Santa Fe 2017”. El Tribunal de Cuentas le formuló cargos en abril de 2019 por la suma de $2.338.500 por la no presentación de comprobantes probatorios de las erogaciones.
En julio de 2016 Spahn recibió como presidente un cheque por 2 millones de pesos por un subsidio estatal de la Provincia. Al patrimonio del club sólo ingresaron $ 271 mil. La diferencia no fue registrada como ingreso a la arcas de la entidad, “ocasionando –dice la pericia– un perjuicio patrimonial al club”.
Para peor, por falta de rendición se le formularon cargos al club por poco más de 3 millones de pesos. El Tribunal de Cuentas también le formuló cargos por casi un millón de pesos porque Sphan no acreditó las reformas en el estadio por las que recibió la suma de 4 millones y medio de pesos en octubre de 2013 por el Ministerio de Gestión Pública.
En la audiencia imputativa se acusó a Spahn de haber tenido en su domicilio, bajo su custodia y sin autorización legal, cuatro armas de fuego detectadas en un allanamiento efectuado el 11 de septiembre de 2019. En esa oportunidad la PDI le secuestró dos carabinas y dos escopetas aptas para ser disparadas, por lo cual a la imputación por defraudación se debe sumar la de tenencia indebida de armas de fuego de uso civil.