El presidente saliente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, cuestionó los métodos políticos adoptados por Cambiemos durante sus casi cuatro años de gestión. Consideró que fue un error «haber planteado un gobierno en base a esa grieta» y agregó que «el Presidente no se rodeó de gente que tuviera legitimación política propia».
En sendas entrevistas con los diarios Clarín y La Nación, criticó la obsecuencia dentro del gobierno nacional y la falta de visión para marcar errores. Dijo además que sigue siendo «un afiliado peronista», que «hay que darle oportunidades» al kirchnerismo y que a partir del 10 de diciembre trabajará para «formar una fuerza de centro, que promueva el diálogo y termine de una vez por todas con la grieta».
Por otra parte, Monzó afirmó que el Gobierno de Mauricio Macri se equivocó al plantear «la grieta» como base y dijo que está dispuesto a «colaborar» con el presidente electo Alberto Fernández, a quien pidió que «camine de vuelta hacia el centro».
Reconoció que en el año 2015 su ilusión era formar un gobierno más amplio, integrar a ese peronismo que colaboró en el Congreso para formar una tercera vía y superar la grieta. «En eso sí me decepcionó. La estrategia de (Jaime) Durán Barba es la grieta, es blanco o negro», agregó.
Al respecto, anticipó que en la oposición al gobierno de Fernández «el radicalismo tendrá un lugar más preponderante» por tener «más anclaje a nivel nacional» y candidatos presidenciales con capacidad para competir, como Martín Lousteau y Alfredo Cornejo.
Dijo también que el reelecto jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, puede ser una cabeza importante que surja a nivel nacional por parte del PRO, y destacó que el gobierno de Macri deja «un país insertado al mundo» y «con reglas de juego más claras», aunque lamentó que haya quedado pendiente solucionar la pobreza y la economía.
«Un gobierno de obsecuentes»
Consultado por los errores del Gobierno dijo que «el Presidente no se rodeó de gente que tuviera legitimación política propia», sino que más bien tuvieron «un perfil más de cortesanos», lo que generó «aislar al presidente de la realidad». En ese sentido explicó: «La perdurabilidad de todos sus funcionarios depende más del humor de quien manda que del humor de la gente. Por lo tanto, termina siendo un gobierno de obsecuentes».
En ese contexto reflexionó: «Esto lo llevó a aislarse y a creer que una semana antes de las PASO podíamos ganar la elección. Y eso nos llevó a que 12 de agosto y durante 10 días viéramos a un presidente desnudo que le endilgaba a la sociedad la responsabilidad del resultado electoral. Vimos a un presidente enojado, porque llegó a una situación tan virtual y la realidad fue tan contundente que no lo pudieron aceptar. Ese es el error principal».
Consultado sobre el futuro de la coalición Cambiemos, consideró que Mauricio Macri hoy «es la única entidad superadora por el cargo que ha ostentado» y debería «ser el faro hacia 2023».
Por último, dijo que pretende retirarse de la actividad política y abrir una consultora con el ex diputado Nicolás Massot, pero anticipó que estará dispuesto «a colaborar en todo lo que pueda para que Alberto Fernández tenga éxito».
En referencia a las expectativas sobre el futuro gobierno de Alberto Fernández, planteó: «Apuesto a que camine de vuelta hacia el centro, hacia el diálogo y los consensos. Solo así, con tolerancia y generosidad, se podrán plantear las reformas estructurales que reclama la Argentina».
Por último, Monzó concluyó: «(El kirchnerismo) fue un límite, pero no tenemos que estar viviendo la vida al límite, hay que darle oportunidades. El kirchnerismo se está diluyendo como tal; se está armando una fuerza política que está superando al kirchnerismo en su esencia. Esto es evolución, no quiero poner límites porque eso nos impide el diálogo».