Tras su participación como invitado al G7, Alberto Fernández retornó al país durante esta mañana junto a la comitiva que lo acompaño en su viaje a Múnich. Luego del aterrizaje a las 8.15, el Presidente partió hacia la Quinta de Olivos para retomar la agenda marcada por la interna del Frente de Todos, la falta de dólares y el desabastecimiento del gasoil. Tres problemas claves que impactan de lleno en la Argentina.
En su ausencia, el BCRA anunció nuevas trabas a las empresas para el acceso a divisas con el fin de pagar importaciones, se organizaron nuevas medidas en reclamo ante el escases de gasoil y la tensión entre La Cámpora y el Movimiento Evita escaló aún más.
En los últimos días, la interna del Frente de Todos tomó nuevas formas producto de las cada vez más marcadas diferencias entre los sectores que responden a la vicepresidenta y el Movimiento Evita, alineado detrás del jefe de Estado.
Luego de los dichos de Cristina Kirchner contra las organizaciones sociales en el cierre del plenario de la CTA Avellaneda, referentes como Emilio Pérsico y el Chino Navarro salieron al cruce, provocando una dura respuesta de funcionarios camporistas.
A pesar de las duras expresiones enunciadas, en las que se habló de «funcionarios que no funcionan» en referencia al secretario de Políticas Parlamentarias, y en las que se acusó a Pérsico de haber trazado relación con Mauricio Macri, Navarro evalúa una reunión con Eduardo «Wado» de Pedro y Máximo Kirchner para tratar de darle fin a la interna que, lejos de concluir, parece tomar nuevas formas todos los días.
En materia económica, la situación tampoco pareciera ser alentadora. El director del Banco Central, Miguel Pesce, hombre del entorno del mandatario y uno de los apuntados por la vicepresidenta, se vio obligado a tomar nuevas medidas para endurecer los controles a las importaciones con la intención de frenar la pérdida de reservas.
A través de un comunicado difundido el pasado lunes, la entidad informó que «adaptó el sistema de pagos del comercio exterior, para responder a las necesidades extraordinarias de divisas para atender la importación de energía» y aclararon que las medidas «extienden el sistema de financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios y tendrán vigencia por un trimestre, para dar tiempo a la normalización del comercio exterior».
La situación económica del país es compleja y el inicio de semana no fue el esperado por el Gobierno. El nuevo récord alcanzado por el dólar blue, que cerró en $232 en la punta vendedora, y la caída de los bonos en dólares, que desembocó en el riesgo país superando los 2.400 puntos encendieron las alarmas.
En búsqueda de transmitir tranquilidad en los mercados, Pesce prometió que la entidad a su cargo comprará los bonos en pesos necesarios para defender su cotización ante la crucial licitación de este martes en la que el Gobierno apunta a renovar $243 mil millones. Desde el Ministerio de Economía liderado por Martín Guzmán, otro de los señalados por la vice, se mostraron esperanzados con el objetivo fijado.
Con este complejo panorama, el mandatario se verá obligado a superar el jetlag para enfocarse en la agenda local y trabajar junto a su equipo con la intención de reafirmar el rumbo económico frente a un mercado económico dinámico.
Pero las complicaciones no terminan ahí, el desabastecimiento de gasoil continúa provocando respuestas y reclamos a lo largo y ancho del país. Durante este mediodía, se espera una protesta en el Obelisco, que implicará la llegada de una caravana de camiones al microcentro porteño con la idea de expresar el descontento del sector.
La medida votada por la Asamblea por Transportistas Unidos de la Argentina (TUDA), Autoconvocados Unidos, Sindicato Único de Trabajadores de Administraciones Portuarias (Sutap) y la Unión Nacional de Transportistas y Afines de la República Argentina (Untra) en reclamo ante la falta de soluciones por la escasez de combustible y la demora en la resolución de un ajuste en la tarifa de granos.
A las tensiones, se suma la puja entre los especialistas de la materia quienes, presionados por los cortes y las amenazas de continuidad, se cruzaron en una repartija de culpas insólitas. De un lado, el Secretario de Energía, Darío Martínez, quien apuntó contra el ministro de Transporte, Alexis Guerrera al culparlo del malestar que se vive en las rutas: “Los transportistas que están protestando reclaman que sus tarifas reflejen los precios mayoristas”, manifestó Martínez.
Del otro, el ministro señalado aclaró: «El Ministerio de Transporte propicia el encuentro entre los transportistas y los dadores de carga para discutir las tarifas de referencia. No está atado un dador de carga y un transportista a aceptar un monto de tarifa. Son de referencia».
Mientras tanto, el Presidente evalúa las posibilidades de amainar las presiones. En la misma línea, el jefe de ministros, Juan Manzur, llevará adelante la habitual reunión de Gabinete celebrada de manera quincenal, el miércoles a las 7:30, que contará con la presencia del flamante titular de Producción, Daniel Scioli.