El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó este martes que tras el registro al consulado saudita en Estambul por la desaparición del periodista Jamal Khashoggi la policía investiga “tóxicos” y “cosas que se eliminaron pintando encima”.
“Se hace una investigación de qué son y qué no son unas cuantas cosas que se eliminaron pintando encima, tóxicos, etcétera”, dijo Erdogan a la prensa tras un discurso en el Parlamento, según informó el diario Cumhuriyet citado por la agencia EFE.
El paradero de Khashoggi, un periodista saudita crítico al gobierno de su país, que vivía en Washington desde hacía un año, se desconoce desde que el pasado 2 de octubre entró en el consulado saudita en Estambul.
La inspección al consulado, que comenzó en la tarde del lunes, concluyó en la madrugada de ayer y la policía turca retiró dos furgonetas con muestras, según informó la prensa local.
“Se hizo un trabajo intenso hasta la madrugada, y este trabajo continuará. Nuestro deseo es que de ahí salga un resultado que nos permita formarnos una opinión”, agregó Erdogan.
La prensa turca dio cuenta que la policía se propone ahora registrar también la residencia del cónsul, ubicada a unos 200 metros del consulado.
Las cámaras de vigilancia registraron que horas después de que Jamal Khashoggi entrase en la legación, un convoy de seis vehículos, entre ellos una furgoneta con los cristales polarizados, salió del consulado y entró en el recinto de la residencia del cónsul.
Inmunidad
Por su parte, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, pidió que le sea revocada la inmunidad diplomática al equipo del consulado saudita en Estambul, para que sea indagado por la desaparición allí del periodista que trabaja para el Washington Post.
“A la luz de la seriedad de la situación que rodea a la desaparición del señor Khashoggi creo que se debería de inmediato renunciar a la inviolabilidad o a la inmunidad de sedes y funcionarios conferida por tratados como la Convención de Viena de 1963 y las relaciones consulares”, dijo Bachelet en un comunicado de su oficina.
“La inmunidad no debe ser usada para impedir investigaciones sobre qué sucedió y quiénes son responsables”, agregó. Según Bachelet “el peso de revelar lo sucedido recae en las autoridades sauditas”.
Visita de apuro
En el marco del caso, el rey Salman bin Abdelaziz recibió ayer en Riad al secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, a quien le expresó su compromiso con una investigación “completa, transparente y oportuna” sobre la desaparición del periodista, informó el Departamento de Estado.
Según el funcionario norteamericano, Riad está de acuerdo en realizar una investigación “exhaustiva”
El secretario de Estado fue enviado urgentemente a Riad por el presidente estadounidense Donald Trump, para enfrentar el impacto global de este caso.
Pompeo y Bin Salmán mostraron una amplia sonrisa en la primera de sus dos reuniones previstas.
Riad y Washington son “antiguos y fuertes aliados”, dijo el príncipe heredero saudita, de 33 años. “Enfrentamos juntos los desafíos, ya sea en el pasado, el presente o el futuro”, añadió, según periodistas que asistieron a la llegada de Pompeo al palacio real saudita.
Según funcionarios turcos, el periodista, exiliado en Estados Unidos desde 2017 y “bestia negra” del príncipe heredero, fue asesinado en el consulado por agentes de Riad, lo que ésta hasta ahora han negado enérgicamente.
Los medios estadounidenses, por su parte, afirmaron que Arabia Saudita consideraría reconocer la muerte del periodista durante un interrogatorio que salió mal en el consulado.
Según CNN, que citó dos fuentes anónimas, Riad habría preparado un informe para tratar de minimizar su implicación en la desaparición de Khashoggi. Para el Wall Street Journal, esto permitiría a la familia real “deshacerse de una implicación directa” en la muerte de Khashoggi.