Otra mega sesión, esta vez en el Concejo Municipal de Rosario, culminó a las 7 de este martes con la aprobación en general del Presupuesto 2020 por 25 votos a favor y tres en contra. En el contexto de arcas vacías y recesión económica, hubo fuertes discusiones sobre dónde hacer las podas de gastos públicos y cómo aumentar los tributos. Quedaron, con acotaciones respecto del texto original, la delegación de facultades al intendente Pablo Javkin para aumentar la TGI durante un año, con un techo para el porcentaje equivalente a la inflación de todo 2019 medida por el Indec. Otra, para subir cuatro veces al año el boleto del controvertido transporte público de pasajeros, una potestad que podrá ejercer durante 24 meses.
El tono de la nueva gestión es de alerta máxima por el estado de las cuentas locales. «El Presupuesto que hoy presentamos parte de una situación comprometida, ya que el déficit estimado para 2019 es de 3.860 millones y el volumen de deuda alcanzaría los 5.200 millones», encabeza el texto enviado por el Ejecutivo.
Los gastos estimados para 2020, según el texto oficial, ascienden a 36 608 047 000 pesos entre los corrientes, de capital y aplicaciones financieras.
Antes del debate por el Presupuesto, los concejales aprobaron una medida gestual propuesta por la integrante de Ciudad Futura Caren Tepp: la reducción de un 30 por ciento en el sueldo de los ediles como contrapartida simbólica de los esfuerzos tributarios que se exigirán en el período.
Sin dormir
A las 3 de la mañana se inició el debate en el recinto. Lo primero fue la aprobación del recorte salarial para los concejales de 29 576 pesos en bruto. Era una de las condiciones de Ciudad Futura para darle visto bueno a la estimación de gastos y recursos del Municipio.
Seguridad y Género con más plata
El texto de Presupuesto girado por el Ejecutivo sufrió modificaciones en el tira y afloje para conseguir los votos. El interbloque de Cambiemos consiguió colar una reasignación de 100 millones de pesos más para las áreas de Control y Seguridad, fiel a su prédica de priorizar esos temas. Otro espacio que consiguió mayor financiamiento respecto al texto original fue la flamante Secretaría de Género.
Tasas y boletos para arriba
Un punto conflictivo fue el de los recursos, en particular la TGI. Quedó la facultad delegada al intendente pero con «el límite máximo de actualización” será “la variación interanual del Índice General de Precios al Consumidor calculado por el Indec a diciembre de 2019».
El Ejecutivo, según lo aprobado, podrá adecuar trimestralmente el monto de emisión de los anticipos de la TGI. La referencia será en este caso, como techo, la fórmula de actualización de precios de los contratos de Recolección de Residuos, que está atada a la inflación. A varios ediles no les pareció confiable el esquema, y expresaron el temor de incrementos excesivos. Por eso la rechazaron los justicialistas Norma López, Eduardo Toniolli y María Alejandra Gómez Sáenz.
Los cruces continuaron con la forma de actualizar –aumentar– la tarifa del transporte público de pasajeros. Finalmente, como ocurrió con la gestión de Mónica Fein en el contexto de un sistema de movilidad que no hace pie en escenarios económicos difíciles, los concejales le cedieron a Javkin la potestad de incrementar el boleto “hasta el 90 por ciento del costo que arroje el Ente de la Movilidad de Rosario”. El intendente podrá aumentar el pasaje cuatro veces al año: febrero, mayo, agosto y noviembre.