“Este bar fue el primero que implementó el “café Francisco” (café pendiente) y puedo probarlo con el ticket fiscal”, afirmó Carlos Rodríguez, el dueño del bar Palace Garden que está emplazado justamente en esa galería céntrica. Sin intentar marcar una competencia, Rodríguez también tomó la idea del “café pendiente” (que apareció el pasado sábado 18 de mayo en El Ciudadano), y le hizo algunas variantes, como que quien consuma una promoción entregará un ticket a la persona que quiera para que disfrute un desayuno o merienda. El otro rasgo propio que le puso fue llamarlo Francisco, como el Papa argentino. La experiencia, que nació en Nápoles, se volvió tan importante que ya se extendió por buena parte del planeta, y en Rosario la concejala Viviana Foresi presentó un proyecto sobre el tema en el cuerpo.
“La idea surge de una experiencia que tiene más de un año y medio, y que bajé por internet. Nace en Italia. Me gustó la idea y la puse en práctica acá en el bar. Fue algo que me surgió y lo hice por una necesidad de mi conciencia. El «café Francisco», como se llama la promoción, lo empezamos a hacer el día después de que fue elegido Jorge Bergoglio como papa Francisco y está pensado para todos aquellos que quieran tener una atención, una muestra de afecto y solidaridad con algún necesitado, con quien quieran. Le puse Francisco justamente por las bondades que tiene este Papa. Sé que hay otros pero yo fui el primero y puedo probarlo con el ticket fiscal”, afirmó Rodríguez.
La promoción consta de un desayuno o una merienda que consume el cliente y aparte se le entrega un ticket que sirve para ese mismo tipo de consumición para que se lo den, se lo regalen a alguien que tenga ganas o necesidad de consumirlo. Entonces el beneficiado se presenta en el bar y se le da la colación. “Acá viene todo tipo de gente, desde un barrendero hasta un ejecutivo, también una señora embarazada y a todos se les dió la misma promoción”, señaló el propietario del bar.
La solidaridad es la primera característica que atrajo a muchos para imitar la acción. “Yo lo vi por primera vez, a través de internet, en Venecia. Lo pensé, reflexioné y me convencí de que tenía que hacerlo. Es un acto de bondad para quien quiera ayudar a otro y que, en lugar de dar dinero pueden dar esto porque saben que se van a tomar un desayuno o una merienda, seguro”, reflexionó Rodríguez.
Sin embargo, la noticia de la elección del papa Francisco convenció al propietario del bar de desarrollar una actividad fraternal. “También se le llama café pendiente y como nos gusta copiar pero también agregar cosas propias, le pusimos café Francisco porque nuestro Papa es algo que necesitaban los argentinos”, afirmó Rodríguez, quien expresó: “La biografía que tiene Francisco me llevó a subrayar mi aspecto católico, a hacer cosas como ésta. La humildad es una de las facetas que más me gustan de este Papa, porque le va a pegar a quienes hagan las cosas mal, despacito pero les va a pegar. Los arrepentidos van a ir a él y él los va a perdonar pero les va a pegar en los tobillos”.
Una iniciativa para llevar a los comedores
La concejala socialista Viviana Foresi presentó un proyecto de adhesión en Rosario al “café pendiente”, aunque intenta que la experiencia sea amplificada a otro tipo de instituciones solidarias. “Nos parece interesante fomentar las buenas prácticas solidarias en toda la sociedad civil. Esta iniciativa involucra tanto a los bares y restaurantes de la ciudad que deseen adherirse pero también a los rosarinos”, explicitó Foresi sobre su proyecto.
“Cada vez que una persona tome un café en alguno de los lugares adheridos a esta campaña, podrá dejar pago uno más que será donado por el propietario de ese bar a personas que tengan recursos económicos para disfrutar de ese café”, describió.
Pero la concejala busca que la iniciativa se amplifique a otras instituciones que ya están desarrollando actividades solidarias, a la vez que comprometer a quienes tomaron esta actividad con esos espacios. “Para el caso de la ciudad de Rosario, quienes implementen café Pendiente deberán llevar los cafés a hogares, refugios, iglesias copas de leche pudiendo agregar otros alimentos sin modificar la idea esencial de la iniciativa”, agregó la edila socialista. De esta manera, se impulsa a bares rosarinos para sumarse a esta campaña iniciada en Italia y extendida a varias ciudades del mundo a través de las redes sociales.