El príncipe Enrique, nieto de Isabel II de Inglaterra, y su esposa, la ex actriz estadounidense Meghan Markle, esperan su primer hijo para esta primavera, coincidiendo con uno de los momentos más complicados en la historia reciente del país, el Brexit.
«A sus altezas reales el duque y la duquesa de Sussex les complace anunciar que la duquesa de Sussex espera un bebé para la primavera de 2019», anunció este lunes el Palacio de Kensington.
«Sus altezas reales aprecian el apoyo que han recibido de personas en todo el mundo desde su boda en mayo y están encantados de compartir esta feliz noticia con el público», agregó el palacio, encargado de la comunicación de Enrique y de su hermano Guillermo, los hijos de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales.
Enrique, de 34 años, y Meghan, de 37, se casaron el 19 de mayo en Windsor en una ceremonia seguida por millones
de telespectadores en todo el planeta y desde entonces la opinión pública británica esperaba este anuncio.
La reina Isabel, su esposo el duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y su esposa Camila están «encantados» con la noticia y la madre de Meghan, Doria Ragland, «impaciente de recibir a su primer nieto», afirmó el palacio de Buckingham.
«Mi más calurosa felicitación al duque y la duquesa de Sussex», tuiteó por su parte la primera ministra británica Theresa May, tomándose un breve respiro de las difíciles negociaciones del Brexit que esta semana llegan a un momento crucial con la cumbre europea que comienza el miércoles en Bruselas.
La salida de Reino Unido de la Unión Europea está prevista para el próximo 29 de marzo y si Londres y Bruselas no logran llegar a un entendimiento se teme que se produzca sin acuerdo, lo que tendría consecuencias potencialmente caóticas para el país.
Diana y Arturo encabezan las apuestas
El hijo de Enrique y Meghan será el séptimo en la línea sucesoria al trono detrás de su padre Carlos, su hermano Guillermo, los tres hijos de este último y Catalina (Jorge de 5 años, Carlota de 3 años y Luis de casi 6 meses) y del príncipe Enrique.
Poco después del anuncio, los corredores de apuestas ya ponían en cabeza de la lista de posibles nombres el de Diana, en honor de Lady Di, fallecida en un accidente de tráfico en París que conmocionó al país en agosto de 1997, cuando sus dos hijos eran adolescentes.
Los otros dos nombres que recibían mayor número de apuestas eran Arturo y Alicia.
Markle, que al entrar en la familia real británica abandonó su carrera como actriz, se dio a conocer interpretando a la asistente jurídica Rachel Zane en la serie de televisión estadounidenses «Suits».
Desde su boda con Enrique, la prensa británica no cesa de publicar fotos y noticias de la duquesa de Sussex, cuya naturalidad y encanto hacen las delicias de los británicos.
En su primer proyecto caritativo en solitario, participó en la elaboración de un libro de recetas por los damnificados del incendio de la Torre Grenfell de Londres, publicado en septiembre.
La ex actriz visitó en varias ocasiones a título privado una cocina comunitaria utilizada por las familias supervivientes del incendio de ese edificio de viviendas sociales de 24 plantas que ardió como una antorcha el 14 de junio de 2017, dejando 71 muertos y a muchas personas en domicilios temporales.
También el mes pasado, la duquesa asombró a los británicos al cerrar ella misma la puerta de su automóvil a su llegada a su primer compromiso público en solitario.
Algunos vieron en este gesto la muestra de que la estadounidense sigue siendo una mujer sencilla, pese a las obligaciones y limitaciones que conlleva su nueva posición.
Este lunes, Enrique y Meghan viajaron a Sídney en el marco de una gira de 16 días por el Pacífico, su primer gran viaje al extranjero desde que se casaron. Además de Australia, la pareja visitará Fiyi, Tonga y Nueva Zelanda.
La pareja aterrizó antes del anuncio pero la prensa inmediatamente especuló con la posibilidad de que Meghan esperase un bebé, porque llegó vestida de negro y se tapaba parcialmente la barriga con dos grandes carpetas de color morado.