Por: Diego Montilla
Tomando como ejemplo una iniciativa que actualmente se está aplicando en la ciudad de Buenos Aires, la concejala Laura Weskamp presentó un proyecto en el Concejo Municipal solicitando que a los controles de alcoholemia que se le realizan a los conductores se les sumen una serie de pruebas para determinar si consumieron estupefacientes. Además, la representante del Pro en el Palacio Vasallo pidió que también “se activen los mecanismos administrativos y técnicos pertinentes para proceder al llamado a licitación pública para la provisión de insumos, equipos y reactivos necesarios para que se pueda implementar esta nueva medida” que tiene que ser tratada en comisión y luego aprobada en el recinto.
“Nosotros presentamos este proyecto viendo que aunque a muchas personas las dejan ir porque le da negativo el control de alcoholemia, pueden tener alterado su comportamiento por haber consumido estupefacientes y no estar en condiciones de conducir. Cuando una persona toma determinadas drogas es un peligro que esté al volante, al mando de un vehículo, porque es una amenaza para los demás ciudadanos”, comentó la edila.
Según contó Weskamp, la idea es que tras realizarse el control de alcoholemia, los conductores sean sometidos a un análisis de sus pupilas con un “pupilómetro” y en caso de dar positivo, acto seguido se procedería a colocar una tira reactiva en la boca que indicará si han consumido estupefacientes o drogas. “Lo que quiero dejar en claro es que no estamos planteando ir contra la persona, contra el individuo, sino que lo que se busca es minimizar el riesgo que representa alguien que maneja bajo los efectos de algunas sustancias. En caso de detectarse el consumo de estupefacientes se procederá de la misma manera que con un control de alcoholemia”, continuó.
Al ser consultada sobre qué pasaba con alguien que haya consumido drogas legales, tales como los psicotrópicos, la concejala remarcó: “Si bien son legales y pueden haber estado prescriptos por un profesional, en los prospectos de la mayoría de esos medicamentos se recomienda no manejar porque su composición química altera la capacidad de reacción y los reflejos de quien lo consumió”.
“Esto a partir de ahora se debe tratar en comisión para luego ser discutido en el recinto. Escuché por ahí que algunos estaban diciendo que no están los medios para hacerlo. Me parece una opinión un poco apresurada porque ni siquiera lo han estudiado. Acá está el tema de los riesgos que hay que disminuir. Los estudios dicen que en el 50 por ciento de los accidentes están involucrados jóvenes menores de 30 años y que estos muchas veces tienen sus facultades alteradas por la presencia de estupefacientes”, explicó.
La concejala recordó que Rosario “cuenta hace ya varios años con la normativa que establece las prohibiciones y regula las sanciones imponibles a quienes conduzcan bajo los efectos de estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para conducir. Igualmente la Municipalidad aún no realiza ningún tipo de control verificatorio de la presencia de drogas en el organismo de los automovilistas”.
“No sólo el alcohol produce como efectos contrarios a la seguridad vial la somnolencia, fatiga, alteración de la coordinación motora, la atención y la percepción sensorial, alterando el funcionamiento del sistema nervioso central, sino que dichos resultados también se encuentran en personas que han consumido determinado tipo de medicamentos o narcóticos. Es muy probable que jóvenes que pueden no haber consumido alcohol, estén bajo los efectos de algún tipo de sustancia o droga que afecta sus organismos reduciendo sus facultades sensoriales y motoras, perturbando sus capacidades de conducción o manejo de vehículos. Un claro ejemplo de la incompatibilidad del consumo de alcohol con la ingesta de drogas lo constituye el éxtasis, muy de moda en confiterías y boliches bailables”, añadió.
“Por lo tanto, a efectos de continuar la cruzada estatal en la búsqueda de la responsabilidad y conciencia vial, la Municipalidad debe intervenir activamente en el control y represión del consumo de estupefacientes por parte de los conductores, cumpliendo de esta forma con una deuda social y legal”, prosiguió.
Cabe recordar que desde hace un tiempo atrás, el gobierno de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires viene realizando controles que buscan detectar la presencia de sustancias que perjudiquen los reflejos del que maneja.