Los diputados del Frente para la Victoria, Luis Rubeo y Leandro Busatto, ingresarán hoy en la Legislatura santafesina el proyecto de ley de la Policía Municipal que ayer a la mañana presentaron a la prensa. La iniciativa, que está basada en el proyecto de León Arslanian, busca que la nueva fuerza se dedique exclusivamente a la prevención del delito. Además, dependería directamente del intendente y tendría una capacitación especial, estaría alejada de las cuestiones administrativas del cuidado de presos y no guardaría relación con la tarea que lleva adelante la Guardia Urbana. En síntesis, se trata de una Policía que tendría su espacio en la calle para prevenir el delito. Un detalle que destacaron los ediles y los legisladores es la necesidad de buscar consenso para el proyecto y además aseguraron que no es necesaria la autonomía municipal para tener una Policía Municipal.
El anuncio se realizó ayer en el Salón de los Acuerdos del Concejo, mediante una conferencia de prensa a la que asistieron los concejales Norma López y Roberto Sukerman, quienes estuvieron acompañados por el diputado nacional Agustín Rossi; la diputada nacional Claudia Giaccone; el presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe, Luis Rubeo, y el diputado provincial Leandro Busatto.
El plan se enmarca en el análisis que realizó Rossi en su libro “Propuestas para el gobierno de la seguridad en Santa Fe”. Y según señaló ayer, es fundamental desarrollar y poner en marcha una nueva policía para Santa Fe. “Es un proyecto que genera legislativamente nuevas estructuras y personal, con modificaciones en lo atinente a la descentralización operativa de la fuerza de seguridad con dos miradas, una relacionada con las funciones preventivas, distintas de las de investigación, con fuerte presencia numérica en efectivos para las ciudades y con un funcionamiento que modifica el concepto de comisarías”.
“Dejarán de ser las seccionales el lugar donde la policía se afinque, sino que será un lugar de toma y cese de servicio, repotenciación de la policía comunitaria, la eliminación de lo atinente a funciones que cumple el Servicio Penitenciario y con un claro alejamiento de lo que actualmente funciona como guardias urbanas municipales”, argumentó Rossi.
Y destacó además que “lo que hay en esta propuesta es una transferencia del poder político hacia la gestión de intendentes municipales sobre lo que significa responsabilidad y poder de decisión en materia de seguridad dentro del ejido urbano. Actualmente, los intendentes no tienen ningún resorte ni recurso como para poder dar respuestas a demandas de seguridad que crecen día a día”.
Por su parte, el concejal Sukerman hizo un detallado análisis de la propuesta brindando datos acerca de la decisión de fijar cambios en los modos de ingreso, plan de estudios y conformación del escalafón de la policía municipal, con marcadas diferencias respecto a lo existente a nivel provincial.
Se explayó en torno a la descentralización de la policía, lo que coadyuvará en una mayor especialización preventiva y de investigación, permitiendo una mayor proximidad, capacidad de respuesta, conocimiento del territorio y control sobre las problemáticas criminales en el plano local.
Sukerman destacó que la propuesta mejorará las labores preventivas y de vigilancia, en contraposición a las existentes en las que se destina mayor número de efectivos a tareas administrativas y burocráticas. La nueva ley, de aprobarse, no invalidará labor de áreas tales como las TOE, policía judicial, área antidrogas y federales. El proyecto considera al intendente como controlante político de la fuerza. Será quien elija al director general de la policía, con acuerdo del Concejo, estando previsto que las políticas de seguridad sean llevadas a cabo por medio del Centro de Comando y Control Policial, que estará a cargo de un director ejecutivo nombrado por el Ejecutivo a propuesta del director general.
Oportunidad perdida
“Con el narcoescándalo se perdió una enorme oportunidad de reformular el sistema y cuando vino el doctor Arslanián a presentar el libro junto con nosotros a Rosario nos hizo mención a una situación similar: el caso Cabezas, en su inicio de gestión como ministro de Seguridad. Esta circunstancia penosa le permitió concretar reformulaciones en materia de seguridad”, dijo Rossi.
Y siguió: “El narcoescándalo nos facilitaría una situación parecida. Sin embargo no se llevó adelante ningún cambio. Haber mantenido en la cúpula policial a Sola muestra que las cosas están de la misma manera y las derivaciones posteriores del caso Tognioli produjeron el procesamiento de dos jefes policiales que tienen relación con el episodio. El gobierno de Santa Fe no tomó el toro por las astas. La única estrategia fue campear el temporal”.