Mientras Roberto Lavagna mantiene el bajo perfil y no se muestra ni habla en público, los dirigentes que impulsan su postulación presidencial siguen adelante con los encuentros silenciosos con referentes de todos los partidos, con el objetivo de construirle un armado que lo decida a lanzarse a la competencia nacional.
La idea de máxima es sumar la mayor cantidad de referentes posibles para que el ex ministro se vea rodeado de representantes de afiliación variada y con potencial electoral, para que su decisión sea salir a pelear otra vez por el Poder Ejecutivo.
En los últimos días, el ex presidente Eduardo Duhalde y el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se reunieron en Buenos Aires para hablar de Lavagna y aunar esfuerzos en el armado de la estructura.
Ambos consideran que para confirmar públicamente su candidatura, el economista necesita tener una garantía, es decir, dirigentes de peso que lo respalden y el compromiso de apoyarlo hasta el final.
Por el momento, el espacio que parece más compatible con el perfil de Lavagna es Alternativa Federal, aunque en los últimos días recibió invitaciones a participar de un proyecto de unidad desde el kirchnerismo, en boca del jefe de los diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi.
En Alternativa Federal, cuenta con el apoyo del jefe de los senadores del bloque Justicialista, Miguel Ángel Pichetto, que se reunió con él semanas atrás en Cariló, el día recordado por las sandalias negras con medias blancas.
El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, se expresaron a favor de darle la bienvenida a Lavagna en el espacio, pero aclararon que si quiere entrar tendrá que jugar la interna, algo que el ex funcionario ya dejó trascender que no quiere hacer.
«La aparición de la candidatura de Lavagna hizo apurar a Massa y a Urtubey con sus campañas», analizan los dirigentes que impulsan al economista para octubre, en diálogo con Noticias Argentinas. Estiman que si la candidatura tuviera el respaldo suficiente, los demás competidores se terminarían por bajar. Sin embargo, para eso todavía falta mucho y primero se concentran en juntar adhesiones.
El líder de los gastronómicos, Luis Barrionuevo, continuará con los contactos con sectores sindicales, al igual que lo hizo días atrás en Mar del Plata, donde realizó su tradicional asado de verano.
Duhalde buscará en el PJ y Lifschitz se encargará de los «independientes», el progresismo, radicales y hasta el PRO.
Según supo NA, hubo charlas con funcionarios del gobierno y legisladores macristas, quienes tienen diferencias con las políticas del presidente Mauricio Macri y buscan una alternativa política en caso de que Cambiemos fracase en octubre.
«Me gustan los movimientos que se están haciendo alrededor de Lavagna», aseguró esta semana la líder del GEN, Margarita Stolbizer, a quien el gobernador santafesino ya le presentó la propuesta del economista.
Stolbizer y Lifschitz habían comenzado a construir un frente progresista el año pasado, pero el proyecto Lavagna puso en stand by esa iniciativa: ambos saben que se necesita más para poder conformar una alternativa electoral con chances, lo que aún no tienen en claro es si eso se podrá materializar alrededor del ex ministro.
El tercer socio en ese emprendimiento es el radical Ricardo Alfonsín, quien «le sugirió a Lifschitz el nombre de Lavagna» antes de la reunión en Cariló, y también respalda la propuesta.
Se espera que el ex ministro siga con un perfil bajo mientras se acomodan las piezas y la campaña de reclutamiento arroja sus resultados.