El titular del Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro), Ángel Elías, destacó el “muy interesante” momento que atraviesa la terminal portuaria de Rosario y lo atribuyó a la “importante inversión en equipamiento” que llevó a cabo la empresa concesionaria. De cara al futuro, Elías propuso que el puerto local, que emplea a casi 800 trabajadores de manera directa, se transforme en “un clúster de servicios logísticos” que le aporte un “valor agregado” a su funcionamiento.
Además, Elías fue nombrado por el Consejo Portuario Argentino, el organismo que nuclea a las terminales portuarias públicas del país, para conducir la recientemente creada Dirección Ejecutiva.
—¿Cuál es la situación actual del puerto de Rosario?
—Rosario tiene dos terminales, una de granos y otra multipropósito. Se da la particularidad de que Rosario es la única que tiene el servicio público de granos de toda la región, porque todas las demás son privadas. Tiene funcionamiento más bien especializado en trigo, maíz, sorgo, menos soja, que sale en general de puertos privados.
Hoy está en un proceso interesante, porque va a reparar un muelle que se rompió en el año 2005, se deterioró y ya están por empezar las obras. Además de un nuevo trazado en el camino de ingreso.
La otra terminal es la más interesante de analizar, la multipropósito, que tiene la particularidad de que el polo portuario de Rosario es significativo porque no hay ninguna terminal que sea de contenedores en la zona. Otra cosa son las cargas a granel, se mueve mucho mineral de hierro, se traspasa a barcos y se exporta a China. Es un momento muy interesante el del puerto, que se logró porque se hizo una inversión importante en equipamiento.
Está la posibilidad de mover líquidos y contenedores. Se hizo la experiencia de los coches, la prueba piloto para General Motors, que va a determinar que en poco tiempo se pueda hacer otro movimiento de autos. Es un tipo de operación portuaria muy delicada para hacerla, bastante intensiva en mano de obra.
Hoy hay casi 700 u 800 empleos directos y el puerto genera una serie de empleos indirectos que mejoran la actividad económica de la región. Por supuesto, en el contexto de Argentina, se nota el enfriamiento de la economía y se notan las disposiciones que ponen algunas trabas a la importación. Pero tiene un funcionamiento muy razonable, está buscando permanentemente nuevas cargas, ha incorporado muchísima tecnología y ahora tiene dos grúas de última generación que pocos puertos tienen.
El futuro
—¿Cuál es la visión a futuro del puerto de Rosario?
—Las grandes obras que están pensadas para Rosario son obras de logística. Si funciona como un sistema aceitado de servicios, le puede prestar a la producción regional un gran apoyo. No ha habido hasta ahora mucha tarea de pensar Rosario como una ciudad de servicios logísticos. Esa es la visión de futuro.
Antes era un puerto de cargas solamente, hoy es un puerto donde puede venir un auto y lo bajan, y si lo exportan lo acondicionan acá. Cuando lo exportás lo paletizás, lo embolsás, hay una serie de valor agregado. Eso es toda una logística que supone una serie de actores. Rosario tiene que ser un clúster de servicios logísticos.
El río tampoco es algo que se puede seguir usando de una manera descontrolada, hay que ordenarlo, hay muchas cosas que hacer, no es solamente dragar. Habrá que pensar el ancho del canal, cómo evitar los inconvenientes de la otra vez, cuando un barco paró la hidrovía y hubo una congestión de 40 barcos.
Nuevo rol
Según le confió el titular del Enapro a El Ciudadano, su función al frente de la Dirección Ejecutiva del Consejo Portuario Argentino será “trabajar sobre los lineamientos de las políticas portuarias que formulen los puertos en función de sus necesidades, para poder aportarlas en el debate político legislativo”.
“Se van a priorizar los temas que están en debate hoy: la utilización de la hidrovía, las regulaciones, y otro tema muy importante que es el cabotaje nacional, las líneas marítimas de bandera nacional que prácticamente no existen; el tema de los dragados y las obras públicas provinciales; y las regulaciones de la Aduana, que muchas veces conspiran contra el funcionamiento de los puertos”, explicó.
“Hay una ley de promoción de la industria naval, es una cosa muy necesaria, no se fabrican barcos. Lo que habría que hacer es otorgar exenciones tributarias, una serie de cosas para que algún armador argentino se ocupe de fabricar barcos. En el debate está que la mayoría de los fletes se hacen en barcos extranjeros, si ves el déficit comercial es una cifra muy importante”, sostuvo.
“Hay dos reclamos fundamentales, nosotros estamos a favor de que haya una línea de bandera nacional, para eso tiene que haber una industria naval que sea favorecida por el gobierno nacional. Eso mejoraría mucho no sólo que el puerto tenga más trabajo sino que contribuya a mejorar la matriz de transporte nacional que hoy está muy desbalanceada, porque hay un predominio del camión pero en larga distancia por agua es mucho más eficiente”, finalizó.