Un agricultor canadiense deberá pagar una multa insólita por mandar el emoji del pulgar arriba a un contrato de compra de lino a la cual después desistió al manifestar que no lo había aprobado.
Para el juez T.J. Keene el envío de dicho emoji significó que aceptaba los términos contractuales por lo que deberá pagar más de 82.000 dólares canadienses por concepto de daños y perjuicios.
El protagonista de esta historia es Chris Achter, propietario de una empresa agrícola en Swift Current, Saskatchewan, que en 2021 le mandó ese emoji al vendedor.
Cuando meses después llegó el pedido, Achter no aceptó recibir el lino y por este motivo se inició con la causa penal en su contra.
«Estoy convencido, según el equilibrio de probabilidades, de que Chris dio el visto bueno o aprobó el contrato igual que había hecho antes, salvo que esta vez utilizó un emoji de pulgar hacia arriba», sostuvo el juez durante el veredicto.
«En mi opinión, el requisito de la firma se cumplió con el emoji del pulgar hacia arriba originado por Chris y su teléfono móvil único», sentenció.
Durante el juicio Achter expresó que había enviado el emoticon «solo para indicar que había recibido el contrato, pero no para decir que estaba de acuerdo».
El insólito juicio derivó en una exhaustiva investigación para comprobar qué significaba el emoji de pulgar arriba.