El presidente Mauricio Macri arribó pasadas las 9.30 a la Casa Rosada, donde este domingo convocó publicamente a su sucesor, Alberto Fernández. El mandatario electo llegó a Balcarce 50 a las 10.40, y a las 11 se reunieron.
El encuentro entre los presidentes saliente y entrante es el inicio formal de la difícil transición hasta el 10 de diciembre, en el que se producirá el traspaso del mando y la asunción de los equipos del Frente de Todos en sus funciones.
El encuentro estaba previsto en principio para las 8.30, como un «desayuno», pero se decidió postergarlo hasta casi el almuerzo.
Macri llamó por teléfono al candidato opositor triunfante en la noche de este domingo para invitarlo, y poco después hizo público el convite en su discurso sobre la tarima del búnker de Juntos para el Cambio en Costa Salguero. Fernández devolvió la llamada con la aceptación minutos después, desde su comando de campaña en Chacarita.
La cumbre en la Rosada sucede a las medidas tomadas por el Banco Central, que endureció el cepo para comprar dólares más de lo estimado, aunque sin el feriado cambiario que también figuraba en el, menú de las expectativas ante el descalabro en la cotización de las divisas.
El secretario general de la presidencia Fernando de Andreis confirmó a medio porteños que tras la reunión con Fernández, Macri convocará a su Gabinete para definir «quiénes van a formar parte de los equipos de la transición».
Dos son los temas que preocupan a los referentes económicos de Juntos para el Cambio: el nivel de reservas disponibles del Banco Central para cuando la hasta hoy oposición deba hacerse cargo del gobierno, y el riesgo de una nueva escalada en la cotización del dólar, con su arrastre inflacionario, como ocurrió luego de las Paso, cuando el billete verde se disparó de 46,55 a más de 60 pesos, y las acciones y bonos argentinos se desplomaron al tiempo que el riesgo país superaba los 2.000 puntos.
