En la zona de Cabín 9, en el límite entre las ciudades de Rosario y Pérez, el día a día no es nada fácil de sobrellevar. La violencia, el hambre, la falta de recursos, de ayuda estatal, de oportunidades y de educación llevan a decenas de jóvenes a caer en la delincuencia, a muchas familias a pasar hambre y también llorar por la pérdida de los seres queridos a causa de las drogas o balaceras. Y la zona ni siquiera dispone de ayuda sanitaria ya que no hay centro de salud y las ambulancias no quieren ingresar por miedo a ser saqueadas. Parte de toda esta realidad la refleja Poseidón en sus canciones, en especial en “Cabinero”, la que da nombre a su segundo disco. El artista, cuyo nombre real es Moisés Misiac, lleva más de 15 años poniendo letra y música dentro del género del hip hop y el rap a las vivencias propias y ajenas en Cabín 9, con la esperanza de que quien escuche sus canciones pueda pensar en un presente mejor y saber que las drogas, el alcohol y la delincuencia, “por más dinero fácil que traigan en el momento, son historias que nunca terminan bien”.
Música con identidad
Desde muy chico Poseidón escuchaba folclore, el que escuchaba y el que cantaba su madre mientras tocaba la guitarra. La mujer oriunda de Nogoyá (Entre Ríos) inspiró a su hijo a dedicarse a la música, aunque en un género mucho más alejado: el rap. A los 13 Poseidón vio el film 8 millas, interpretada por Eminem, y desde entonces supo que se quería dedicar a la música. Fue así que a los 14 años comenzó a sumarse a las batallas de Freestyle que cada sábado se desarrollaban en la plaza Perú, cerca al Monumento Nacional a la Bandera, con el tiempo formó junto a otros artistas urbanos la SMK, un colectivo activista del Freestyle y también hacía sus improvisaciones en Córdoba y San Martín, posterior paso de la gorra para ganar unos mangos.
“Desde el 2008 al 2013 intenté llegar a una batalla nacional como la Red Bull y FMS. Sólo gané batallas underground, excepto la Cara de Perro, que perdí en la semifinal y ahí colgué los guantes con las batallas. Pero ese silencio me llevó a dedicarme a algo mucho más propio, mis canciones. Fue así que surgió mi primera banda, Explícitos, junto a Teffirap, en una época donde había muy pocas mujeres rapeando”, recordó Poseidón a El Ciudadano.
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Con la cantante comenzaron a tener sus primeras fechas y fueron furor entre sus seguidores con el tema “Poco contenido”, una canción que hablar del vacío en las letras de muchos otros, sobre todo los del mismo género musical. “Me daba bronca escuchar giladas con un idioma de calle estilo gánster, como si fuera todo una película yanqui y sin dejarte algo para pensar”, señaló.
Ya en 2014 sus canciones tomaron otro formato y fueron grabadas para un mixtape autogestivo (lo que ahora se llama un EP), con la colaboración de muchos que se “coparon con la idea y dieron una mano”. El material contó con “imágenes” que el mismo Poseidón eligió de su realidad: “A mí me cabe el rap, contar lo que yo quiero, y no busco pegarla, ser masivo ni ser famoso. Rapeo con lo que vivo a diario, lo que me sale del corazón y no quiero ser popular, no me interesa hacer reggaetón como me han ofrecido, no busco hacer algo comercial”.
El fierro no es la salida
Entre sus letras, sobre todo las de “Cabinero”, Poseidón deja clara la dura realidad que viven sus vecinos y allegados. “En todos estos años conocí muchos pibes perdidos por la falopa, tenemos búnkers cerca y sabemos quién la vende, pero la policía no hace nada. Acá falta una mano del gobierno, al que no le importa una mierda que haya tanta gente hundida por el hambre y las drogas. Acá hace un tiempo mejoraron las calles y la iluminación, pero no alcanza, los transas vienen igual y le ofrecen un fierro a cada uno para que salga a robar. Hay que trabajar con estos pibes y en serio”, remarcó y agregó: “Mi viejo no fue el mejor ejemplo, pero siempre me inculcó el no meterme en la delincuencia y eso que tuve muchas oportunidades, muchos problemas, y pude no entrar ahí, lo cual es muy difícil mantenerse fuera. Pero a la larga o a la corta sabés que ahí te espera la muerte, la cárcel o la soledad, porque nadie que te quiera de verdad te va a apoyar en algo tan dañino. De hecho, perdí muchos amigos por la delincuencia y la falopa y yo no quiero eso para mí. Por eso en mis canciones trato de generar conciencia y despertar algo en los demás”.
Cabín 9 en el mapa
En su primer disco, Música de barrio, el tema homónimo y “El Rioba” revelan una realidad de marginalidad que apoyan, tal como señaló el artista, las intendencias de Rosario y la de Pérez.
“Estamos en pleno siglo 21 y no tenemos agua potable, estamos hundidos en la mierda y a nadie le importa, precisamente porque estamos en el límite de ambas ciudades, así que ningún gobierno se hacer cargo. Por eso busco poner a Cabín 9 en el mapa, porque hay mucha gente trabajadora, que tiene valores, hay muchos que hacen ollas populares, mantienen merenderos para que los pibes coman un poco. Hay familias de 7 pibes que así y todo salen a trabajar, que cuidan a sus hijos, no todo es lo que se ven en la televisión. En los noticieros lo que más les importa es mostrar al que vende drogas frente a la policía, o que mataron a 5 en un ajuste de cuentas, sólo lo malo de este barrio, pero la realidad es que mucha gente que vive acá quiere salir adelante”, remarcó.
Además, aportó un detalle que marca aún más la marginalidad en la que viven: “La avenida principal del barrio antes se llamaba Las palmeras, ahora se llama Límite de municipio y la vereda de enfrente pertenece a Rosario, así que ahora es oficial que nos dejan de lado”.
Y ante el dolor de esa discriminación ya dice la letra de “El Rioba”: “Por la violencia hay grito de agonía/ territorio de la parka de noche y de día/ donde te abrazan como si mañana no estarías/ por la delincuencia o una bala perdida/ y decime vos a quien le reclamas una vida/ si su madre sigue sufriendo todavía”.
“Siento la necesidad de contar lo que vivo, no puedo cantar otra cosa. Incluso – recordó- después de la pandemia me invitaron a un evento político para cantar y les aclaré que mis canciones son contra de la política. Me dijeron que «no había problemas». Así que rapeé mis temas y muchos me criticaron y otros aplaudieron. Pero me llenó el corazón que cuando terminé era el turno de una banda de folclore y su cantante, que habrá tenido unos 60 años, pidió un aplauso para mí y dijo que «necesitábamos más de estos poetas memoriosos para que refresquen la memoria del pueblo» y dijo que se sacaba el sombrero ante mí y eso fue muy groso, porque recién ahora el rap, por lo menos en Argentina, se está tomando en serio. Obvio que de la Municipalidad de Pérez no me llamaron más (risas). Ahora sólo me invitan en Pérez los de Estación Joven que siempre han tenido la mejor onda”.
Cuando se apagan los micrófonos, Poseidón atiende la barbería que instaló en su casa. Incluso dio talleres de barbería que comenzaron con 3 alumnos y terminaron con casi 20 personas interesadas, de las cuales el artista remarcó sus ganas de salir adelante con un oficio tan noble que decidió concretar con un local propio poco antes de la pandemia por el coronavirus y, ante el aislamiento obligatorio que comenzó en marzo de 2020 sus finanzas tocaron fondo. “Vino un cliente, Lauti Valdez, y me reclamó que hacía desde 2018 no sacaba un tema nuevo, resultó ser un pibe que en redes se conoce como Rxst in the beat y que se dedica a hacer instrumentales, es beatmaker. Entonces le mostré la letra de «Cabinero», la escuchó y les armó una pista. Una semana después me dio 5 o 6 instrumentales más, así que sobre eso hice las siguientes canciones, además en pandemia teníamos tiempo de sobra así que pude dedicarme. Ya con el material, hubiera alquilado otro estudio como fue con el primer disco, pero no tenía un peso y publiqué en Instagram que tenía el material y el flow, pero no tenía la plata para producir mi material, que si había alguien que se sumaba para conseguir estudio para grabar y al toke me escribieron tres personas, entre ellas de Lapid estudio, un sello autogestivo de Rosario que me conocía de las batallas”, resumió sobre la salida de su segunda producción, la cual hubiera sido imposible que vea la luz de no ser por las colaboraciones que recibió, incluso la de Bestial cuarto que se encargó del arte de tapa de una música que a muchos gusta y a otros tanto no, pero lo importante es que a través de sus letras Poseidón sostiene: “Sería distintos si todos nos tratáramos bien y dejemos lo superficial de lado. En una de mis letras relaciono el éxito con lujo y dinero, yo soy exitoso porque hago lo que quiero. Porque lo esencial no es lo material, si no en ser vos mismo, en hacer lo que te gusta y no joderle la vida a nadie”.