La hermana María Jordán, reconocida en el barrio Toba de Empalme Graneros por su intenso trabajo social, agradeció al arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, por haber solicitado mayor presencia policial en esa zona ante la creciente ola de robos registrada tras el repliegue de las fuerzas federales. Asimismo, valoró la “pronta respuesta del gobierno provincial”, que destinó más efectivos y hasta la instalación de un destacamento policial, al tiempo que pidió respuestas al Estado “para que el pobre tenga la posibilidad, el espacio y la oportunidad de ser un promotor del progreso del país”.
“Es mi deber agradecer a nuestro pastor por preocuparse por alguien cercano a la Iglesia que realiza este tipo de trabajos en las villas, y al ministro (de Seguridad provincial, Raúl Lamberto) por la inmediata respuesta. Lamentablemente, hay bastante violencia en nuestro barrio; es muy triste. Hay muchos obreros que salen a trabajar a la madrugada, a quienes el robo de sus elementos de trabajo les hace perder el día”, manifestó la mujer en una nota con este diario.
En un acto celebrado anteayer en el Monumento Nacional a la Bandera, el arzobispo de Rosario se mostró preocupado por la situación que atraviesa Jordán y solicitó públicamente al gobierno provincial una “mayor presencia policial en el barrio Toba” para trabajar en la “prevención del delito y disminuir la cantidad de hechos violentos”.
Para la propia religiosa, la situación empeoró notablemente tras la retirada de las fuerzas federales, concretada a comienzos del año. Es que el desembarco de Gendarmería y prefectura “le había dado un respiro a la gente del barrio”, que estaba cansada de las “banditas de jóvenes que asaltan tanto de noche como a plena luz del día”.
Según reconoció Jordán, el panorama lucía alentador durante la jornada de ayer ya que, a pesar de la lluvia, el patrullaje de efectivos policiales, tanto a pie como a bordo de los patrulleros, le permitirá desarrollar normalmente su trabajo social para ayudar a los jóvenes del barrio a salir del mal momento que atraviesan. “Espero que (el patrullaje) no sea sólo por unos días, aunque el ministro me confirmó que iba a ser permanente. Es muy triste que tengamos que llegar a esto porque lo que realmente necesitamos es darles a los jóvenes capacitación, cultura y una perspectiva de vida atravesada por una sana ambición y una idea de superación y deseo”, consideró con entusiasmo.
Al igual que Martín, Jordán reconoció que la droga es la principal arma utilizada por las bandas delictivas para destruir el futuro de aquellos “jóvenes sin estudios, sin familias estructuradas” y que se desarrollan en un ambiente que no resulta adecuado. En este sentido, adelantó que este refuerzo en materia de seguridad favorecerá la inclusión de nuevos voluntarios para trabajar junto a los jóvenes en un diálogo “de igual a igual, sin diferencias” que le dé esperanza al barrio.
“Hemos tenido momentos muy lindos de recuperación de chicos drogadictos que recuperaron la confianza y hoy cuentan con un trabajo. Es necesario que los chicos sientan que queremos ayudarlos a salir de ese abismo en el que están inmersos como consecuencia de la droga, que les hace perder el sentido de sus vidas y de lo que realmente son”, concluyó.