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“El rey tuerto”: noche fatídica y sorprendente contada desde un irresistible humor negro  

El actor rosarino radicado en Buenos Aires Jorge Noguera habla de la elogiada obra del dramaturgo y director español Marc Crehuet, que en versión y bajo la dirección de Adriana Roffi se presenta este sábado en Espacio Bravo Teatro  


Singular y necesario ensayo dramático contado desde el humor negro acerca de los bordes de la tolerancia frente a un pensamiento disidente, de las contradicciones de la violencia y, sobre todo, de lo inestable y peligroso que se ha vuelto la vida cotidiana en cualquier lugar del mundo, la versión argentina de la obra catalana El rey tuerto, de Marc Crehuet, también llevada al cine en 2016 por el mismo autor por la que recibió un Goya, llega este sábado a Rosario, para presentarse en una única función (al menos por el momento), en Espacio Bravo Teatro.

En versión y bajo la dirección de Adriana Roffi, y estrenada en la sala y espacio de formación porteño Timbre 4 donde concretó dos temporadas a sala llena, la propuesta, que en sus quince años de recorrido se ha presentado en diversos escenarios del mundo, acontece en una noche fatídica y sorprendente contada desde un irresistible humor negro.

Hay una cena. Dos amigas que llevan mucho tiempo sin verse se contactan por las redes sociales y organizan un encuentro con sus respectivas parejas. El novio de la anfitriona es un policía antidisturbios y el de su amiga es un documentalista social que perdió un ojo en una manifestación. Lo que él todavía no sabe es que le están presentando a quien le disparó la bala de goma que lo dejó tuerto.

“La obra está intercalada por el discurso de una política ambiciosa. En ella, un personaje verborrágico que aparece como escapado de un televisor, resalta los beneficios de la austeridad. En ese contexto, las tensiones y contradicciones que envuelven a los personajes invitan a las carcajadas, pero también a la reflexión sobre los conflictos cotidianos y contemporáneos. Estos son, precisamente, los que dan lugar al final inesperado que tiene la obra”, adelantan desde el equipo artístico que cuenta con las actuaciones de Maite Velo, el rosarino radicado en Buenos Aires Jorge Noguera, Cinthia Guerra, Matías López Barrios y Melisa Hermida, con vestuario de Cinthia Guerra, diseño de espacio escénico de Adriana Roffi, luces de Leo D’aiuto, gráfica de Lía Zanarini, producción ejecutiva de Sebastián Cáneva y asistencia de dirección de Paula Sanabria.

Los daños colaterales
El actor y docente Jorge Noguera.

“Lo que cuenta esta obra pasó en el contexto de las revueltas en España, pero también podría pasar en Chile, Argentina o en cualquier otro lugar del mundo, como pasa ahora en Medio Oriente o toda guerra o conflicto. De todos modos, quienes ven la obra no pueden creer su actualidad y su vigencia, más allá de que fue escrita hace quince años en Cataluña y que, como argentinos, creemos que somos los únicos a los que nos pasan este tipo de cosas y no es así”, dijo Jorge Noguera, formado en Rosario en la Escuela Provincial de Teatro y Títeres N° 5029 con grandes maestros de la escena local como Chiqui González o Cacho Palma, entre otros, con un vasto recorrido en el último cuarto de siglo en Buenos Aires, siendo hoy uno de los docentes de Timbre 4.

“Lo que sucede en la obra es de una enorme vigencia porque lo que plantea es la contradicción de los ideologías extremas que nos llevan a estar todo el tiempo peleándonos; estamos frente a las consecuencias de esto que se llamó espantosamente «la grieta», pero lo más interesante es que el conflicto de esta obra se tira de cabeza en ese abismo que es la grieta y con eso hace humor, porque es una comedia con mucho humor negro que, extrañamente, en medio de todo ese conflicto, de pronto termina humanizando a los personajes, entonces cada espectador se termina dando cuenta que esa persona que piensa tan diferente es tu compañero de la secundaria, un vecino o alguien de tu familia y cercano a tus afectos”, sumó el actor y docente.

Como suele pasar con los buenos textos teatrales que, para hablar de un tema, arriban a otros que son los que conducen a esa problemática central, Noguera, cuidando no contar demasiado de la trama de El rey tuerto, planteó: “La obra cuenta la historia de dos parejas que se reencuentran a partir de dos amigas que tuvieron situaciones de vida completamente distintas, uno que se quedó un poco en su lugar y la otra que estudió e hizo lo que soñaba, y que arman una reunión, una cena, para conocerse con sus respectivas parejas. Uno es un policía que trabaja en una unidad de represión de manifestaciones y el otro es un documentalista que va precisamente a esas marchas y, por lo general, padece las represiones policiales. En esas represiones suele haber una serie de daños colaterales como le pasa con un disparo al documentalista que finalmente pierde un ojo”.

Y finalmente profundizó: “Esa cena, ese encuentro es clave porque allí queda todo en evidencia y los personajes empiezan a mutar, a cambiar, a verse en el espejo del otro y a querer ser otra cosa, algo que en realidad no son. En ese delirio, la obra gira hasta de estilo y se transforma en una farsa pero desde la matriz de pensamiento e ideológica que tienen de base cada uno de los personajes, entonces aparece fuertemente el humor.  De todos modos, la gente se ríe y se ríe y de pronto no pueden creer de lo que se están riendo. Es una obra muy inquietante, muy bien escrita, que logra eso que tanto buscamos en el teatro: que haya comunicación y que aparezca finalmente la  transformación en el público, porque pasan algunas cosas que son verdaderamente terribles, disparatadas y muy movilizantes. Es una obra diferente, porque nadie puede imaginar lo que finalmente sucede”.

Para agendar

El rey tuerto, de Marc Crehuet, bajo la dirección de Adriana Roffi, se presentará en Rosario este sábado a las 21, en una única función (al menos por el momento) en Espacio Bravo Teatro (Catamarca 3624). Las entradas se pueden reservar a través de las redes de la obra o bien mediante el contacto 011-36200330. @reytuertolaobra   

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