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El río aún no da tregua en el norte de la provincia

Aunque el Paraná bajó desde el pico de la crecida en el verano, en Santa Fe permanecen evacuadas 370 familias, un total de 1.479 personas. De ellas, 40 grupos dejaron sus casas por lluvias.

Pascua inundada. Un total de 1.479 personas, integrantes de 370 familias santafesinas, pasarán este fin de semana alojados en refugios y alejados de sus hogares, que permanecen inaccesibles o directamente anegados por las aguas de la crecida del Paraná.

Aunque en la mayor parte de la cuenca a la altura de Santa Fe el nivel del río Paraná bajó sensiblemente desde el pico del verano, en buena parte todavía permanece en o por encima de los niveles de evacuación y en otras partes quedó cercano a los niveles de alerta. Y aun en donde bajó de esa cota, la altura de las aguas está muy por encima de los niveles para esta época del año, y está fluctuando.

El peor panorama se vive en la capital provincial: allí permanecen evacuadas 168 familias, que junto a otras 28 de Arroyo Leyes y 3 de Santo Tomé totalizan 710 personas que fueron trasladadas a terrenos altos, a la vera de la ruta 1. En Santa Fe, la altura del río era de 5,60 metros, apenas 10 centímetros por debajo del nivel de evacuación y 30 por encima del nivel de alerta. Es decir, que el río descendió a un nivel que supera en más de un metro (1,19) la altura media de marzo de los últimos 25 años.

La otra situación más crítica se vivía en el departamento Garay. En Santa Rosa de Calchines  había un total de 79 familias, de las cuales 40, más de la mitad, fueron trasladadas tras los temporales de las últimas semanas, que anegaron sus viviendas.

En tanto, en Reconquista y Las Toscas, en el departamento General Obligado, había 164 personas evacuadas. La mitad pertenece a 20 familias de la zona isleña de la primera ciudad y la otra a 27 familias de la segunda. La escuela Vieja Iglesia, el Polideportivo Municipal, el club Tiro Federal y el salón de usos múltiples del barrio Santa Lucía eran los refugios donde estaban alojadas las familias del norte provincial.

Allí, la altura del Paraná, medida en el puerto reconquistense, está muy por encima de los niveles de alerta (5,10 metros) y de evacuación (5,30). Aunque el río esté en bajante, tiene 5,68 metros, una altura que está más de un metro y medio por encima de la normal para marzo, de 4,09 metros.

En tanto, en San Javier, en la ciudad del mismo nombre y en Romang había 21 familias en problemas, un total de 89 evacuados de los que 75 personas (14 familias) son de la segunda ciudad. Un depósito cedido por un particular, el Hogar Nazaret, el ex molino de Mocoví y la Sociedad Rural funcionan como refugios.

Los dos últimas zonas donde hay evacuados son de los departamentos San Jerónimo y Rosario. En Arocena, sobre el río Coronda, 22 familias, compuestas por 75 personas, permanecían alejadas de sus hogares, en tanto que en Genral Lagos los evacuados son 5, pertenecientes a dos familias.

La altura del Paraná en Rosario, en tanto, perforó el piso de 5 metros y quedó a 4,94, alejándose de los 5 metros que marcan en nivel de alerta y los 5,30 de evacuación. Pero está muy por encima de la media de los últimos 25 años para la época, que es de 3,84 metros, y el escenario previsto a principios de mes es que vuelva a crecer: la estimación del Instituto Nacional del Agua es una altura de 4,99 para el 2 de abril.

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