La anunciada prueba de unir Rosario con San Lorenzo por el río se concretó en la mañana de ayer, cuando una embarcación con capacidad para 65 personas recorrió durante una hora los 30 kilómetros que separan a ambas ciudades. Tanto el concejal Carlos Comi, impulsor de la idea, como el intendente Leonardo Raimundo, quien avaló desde un primer momento el proyecto del edil rosarino, se mostraron complacidos con el resultado de esta experiencia.
La idea fue simple e inusual a la vez: conectar Rosario con la localidad del cordón industrial a través del Paraná. De esta forma se quiso demostrar que es posible pensar en una alternativa de movilidad por fuera del transporte terrestre. “Tenemos que aprovechar esta gran autopista que es el río”, sintetizó Comi, quien presentó en el Concejo Municipal una iniciativa para que se estudie la factibilidad de implementar un sistema de transporte acuático de pasajeros que una la ciudad con las distintas localidades que se encuentran a la vera del Paraná, y no sólo con aquellas ubicadas al norte sino también hacia el sur, como Villa Constitución.
A las 10.45 partió desde el club Náutico de San Lorenzo la embarcación Adriana Ethel con alumnos y maestros de la escuela Roque Nosetto de aquella ciudad, periodistas de ambas localidades, y los promotores de la iniciativa: Comi y Raimundo. En realidad, el concejal había participado minutos antes del viaje a la inversa, el que unió Rosario con San Lorenzo con chicos de la Escuela Almafuerte, también de la ciudad histórica.
La excursión transcurrió sin sobresaltos en un río calmo, con expectativa por saber cómo es andar por el Paraná de una ciudad a otra. Porque lo usual es cruzar a la isla en un viaje que no lleva más de diez minutos. Esto, en cambio, fue otra cosa.
Sesenta minutos demandó la marcha por el agua hasta La Fluvial, bastante menos de lo que se tarda en un colectivo. Hubo rostros felices y de alivio al final del recorrido. “Es un proyecto posible, así acaba de quedar demostrado. Ahora hay que trabajar para hacerlo posible”, resumió Raimundo. A su lado, advirtió Comi: “Voy a golpear todas las puertas que haya que golpear, en todos los niveles, para que en el futuro tengamos un servicio de transporte de pasajeros por el río”.