Chau Copa Sudamericana para el Rojo. Independiente derrotó 1-0 a Liga de Quito, pero no le alcanzó para avanzar de ronda y no podrá retener el título que obtuvo el año pasado en este mismo certamen.
El 2-0 de Liga en la altura de Quito, en el partido de ida, fue demasiado para un Independiente al que no le sobra nada y tiene falencias tanto en defensa como en ataque.
Conocedor de este tipo de partidos a matar o morir, el técnico Edgardo Bauza presentó un esquema conservador, pero sin resignar atacar, más allá de la solitaria presencia de Hernán Barcos en ofensiva.
Independiente salió con decisión desde el vestuario, pero ese ímpetu se fue diluyendo a medida que las ganas empezaron a reclamar ideas y estas no aparecieron.
El Rojo apenas intentó inquietar a Alexander Domínguez con algún remate lejano de Leonel Núñez, ya que ni Matías Defederico ni el Patito Rodríguez marcaban diferencia.
La noche pintaba oscura, pero un remate del Gordo Núñez que se desvió en un defensor rival descolocó a Domínguez y le dio en el cierre de la primera parte esa dosis de ilusión que el Diablo necesitaba para irse fortalecido al vestuario.
En la segunda parte Independiente fue por el necesario segundo tanto que al menos lo llevara a los penales. Con algo más de Matías Defederico el local se acercó al área del conjunto ecuatoriano, pero siguió carente de la puntada final.
A los doce minutos el Rojo estuvo cerca del empate. Parra sorprendió desde fuera del área y su remate se fue apenas desviado.
Un rato más tarde, a los 25, Independiente tuvo una chance inmejorable. Tras un centro de Núñez el arquero Domínguez dio un rebote en la puerta del área chica y Defederico, que llegaba de frente con margen para colocar el balón, lo estrelló contra el cuerpo del guardavalla que estaba en el suelo.
Con escasas ideas, el Rojo buscó el gol a puro empuje, pero no fue suficiente. Y así el sueño de retener el cetro sudamericano se desvaneció.